La aventura de Pelusa


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivían dos amigos inseparables: Que, un conejito muy curioso y Qui, un pajarito muy parlanchín. Juntos recorrían el bosque en busca de aventuras y descubrimientos.

Un día, mientras caminaban por el bosque, se encontraron con una ardilla llamada Pelusa. Pelusa estaba triste porque había perdido su hogar debido a un incendio en el árbol donde vivía.

"¡Ayuda! ¡No tengo dónde quedarme!"- exclamó Pelusa con lágrimas en los ojos. Que y Qui se miraron entre sí y sin dudarlo le ofrecieron ayuda. "No te preocupes, Pelusa. Puedes venir a vivir con nosotros"- dijo Que.

Pelusa les dio las gracias emocionada y aceptó la generosa oferta de sus nuevos amigos. Juntos construyeron un nuevo hogar en el árbol más alto del bosque. Pasaron días felices jugando y compartiendo historias alrededor de la fogata por las noches.

Un día, mientras exploraban cerca del río, escucharon unos llantos desesperados provenientes de unos arbustos cercanos. Se acercaron con cautela y descubrieron que era un cachorrito abandonado. "¡Pobrecito! ¿Qué haremos?"- preguntó Qui preocupado. Que tomó al cachorrito entre sus brazos y lo abrazó cariñosamente.

"No te preocupes, encontraremos una solución"- aseguró Que con determinación. Decidieron llevarlo al pueblo para buscarle un nuevo hogar. Caminaron hasta la plaza principal donde se encontraba el señor Rodríguez, un amable anciano que siempre cuidaba de los animales del pueblo.

"¡Señor Rodríguez, necesitamos su ayuda! Encontramos a este cachorrito abandonado y no sabemos qué hacer"- dijo Que con urgencia. El señor Rodríguez sonrió y acarició al cachorrito. "No se preocupen.

Yo me encargaré de encontrarle una familia amorosa que lo cuide"- aseguró el señor Rodríguez. Que, Qui y Pelusa le dieron las gracias al señor Rodríguez por su ayuda y regresaron al bosque sintiéndose aliviados de haber encontrado una solución para el cachorrito. Pero la historia aún no había terminado.

Una noche, mientras dormían plácidamente en su hogar en el árbol, escucharon un ruido extraño proveniente del exterior. Salieron rápidamente a investigar y descubrieron que el bosque estaba siendo talado por unos leñadores sin escrúpulos.

"¡Esto es terrible! ¡Debemos detenerlos!"- exclamó Qui indignado. Que asintió con determinación y juntos idearon un plan para detener a los leñadores. Con la ayuda de otros animales del bosque, lograron ahuyentar a los intrusos y proteger su hogar natural.

Después de ese incidente, Que, Qui y Pelusa se dieron cuenta de la importancia de cuidar y proteger la naturaleza. Decidieron formar un grupo llamado "Los guardianes del bosque" para educar a otros sobre la importancia de preservar el medio ambiente.

A partir de ese momento, Que, Qui y Pelusa se convirtieron en héroes del bosque. Juntos trabajaron para plantar árboles, limpiar el río y cuidar de los animales que habitaban en él.

Y así, Villa Esperanza se convirtió en un lugar próspero donde todos vivían en armonía con la naturaleza gracias a las enseñanzas de Que, Qui y Pelusa.

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