La aventura de Piel, el pequeño cocodrilo




En una selva exuberante y llena de vida, vivía Piel, un pequeño cocodrilo muy curioso y valiente. Un día, Piel notó algo extraño en su piel: comenzó a estar un poco floja y sin brillo. No entendía qué estaba pasando, así que decidió ir a ver al viejo cocodrilo de la cueva misteriosa en lo profundo de la selva. Al llegar, se encontró con el sabio Viejo Cocodrilo, quien con ternura le explicó que estaba mudando de piel, un proceso natural en la vida de un cocodrilo. Pero Piel estaba nervioso, no sabía cómo hacerlo.

"No te preocupes, pequeño amigo", dijo el Viejo Cocodrilo con calma. "Debes frotarte contra un árbol para que la piel vieja se desprenda y la nueva brille con fuerza". Piel agradeció al sabio Viejo Cocodrilo y corrió en busca de un árbol adecuado. Después de buscar por toda la selva, encontró un árbol alto y robusto. Con determinación, comenzó a frotarse contra el árbol, como le había indicado el Viejo Cocodrilo. Al principio, le costó mucho trabajo, pero no se rindió. Luchó con todas sus fuerzas, y finalmente, la piel vieja comenzó a desprenderse, revelando una piel nueva y brillante debajo. Piel estaba radiante, su piel relucía con colores vibrantes, más hermosa que nunca.

Desde ese día, Piel aprendió que a veces las cosas pueden ser difíciles, pero con perseverancia y coraje, se pueden superar los desafíos. También entendió que es importante pedir ayuda a los más sabios y experimentados. Y así, con su nueva piel hermosa, Piel continuó explorando la selva, enseñando a otros animales que siempre hay una forma de superar los obstáculos y brillar con luz propia.

FIN.

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