La Aventura de Rani, la Rana Culebra



Era una cálida noche en la charca de Monteverde, donde el murmullo de las hojas y el croar de las ranas creaban un ambiente mágico. En medio de todo esto, vivía Rani, una rana culebra soñadora y divertida. Rani tenía un sueño: quería saltar más alto que cualquier otra rana de la charca y, con su pelaje brillante y sus ojos curiosos, siempre estaba dispuesta a explorar el mundo que la rodeaba.

Una noche, mientras saltaba entre las piedras, encontró a un grupo de insectos que estaban hablando con entusiasmo. Se acercó sigilosamente para escuchar.

"¿No es maravillosa la Luna?" dijo un saltamontes de patas largas.

"Sí, pero no será tan maravillosa cuando esa ardilla nos vea y nos empiece a perseguir", respondió una luciérnaga con un brillo tenue.

Rani, emocionada, se presentó ante ellos. "Hola, me llamo Rani y quiero ver hasta dónde puedo saltar. ¿Alguien quiere ayudarme?" -

Los insectos, intrigados por la valentía de Rani, decidieron unirse a ella. Así, juntos comenzaron la aventura por la noche. Rani se sintió como una verdadera líder.

"Vamos a practicar mis saltos bajo la Luna", propuso Rani.

"Pero, ¿no tienes miedo de la ardilla?" preguntó un pequeño escarabajo.

"No, solo necesitamos estar atentos y trabajar juntos", respondió Rani con confianza.

A medida que los amigos se adentraban en la oscuridad, Rani mostró sus habilidades. Saltaba de roca en roca, trazando formas en el aire.

"¡Mirá cómo salto!" - gritaba emocionada.

"Un día saltarás más alto que la Luna" - animaba el saltamontes.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que comenzaron a escuchar un ruido. Era un crujido fuerte que venía de un arbusto cercano.

"¡Es la ardilla!" - dijo la luciérnaga.

"No corran, sigamos juntos y pensemos un plan", dijo Rani, tratando de mantener la calma.

Decidieron esconderse bajo unas hojas. Rani confiaba en que, si trabajaban en equipo, podrían burlar a la ardilla. Cuando la ardilla apareció, olfateó en la dirección equivocada, y gracias a la estrategia de Rani, pudieron escapar.

"¡Lo logramos!" - exclamó Rani.

"Eres una líder nata, Rani" - le dijo el escarabajo.

Al regresar a la charca, Rani sintió que había aprendido mucho esa noche. No solo había practicado sus saltos, sino que también había entendido la importancia de la colaboración y la valentía.

"Esta aventura me enseñó que, a veces, lo que más tememos no es tan aterrador cuando estamos juntos", reflexionó Rani mientras se acomodaba en una hoja.

Mientras la Luna iluminaba el cielo, Rani se dio cuenta de que con amigos a su lado podía alcanzar todos sus sueños, incluso saltar más alto que la Luna misma.

Desde esa noche, Rani continuó practicando sus saltos, pero siempre acompañada de sus amigos. Cada vez que saltaban juntos, sentían que podían alcanzar las estrellas.

Y así, en la charca de Monteverde, la historia de Rani la Rana Culebra se convirtió en una leyenda que todos los insectos y ranas contarían por generaciones, recordando que la valentía y la amistad son el mejor camino hacia nuestros sueños.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!