La aventura de Roma y Tini en el parque



Roma y Tini eran inseparables. Desde que Roma adoptó a la pequeña cachorra, se convirtió en su mejor amiga y compañera de aventuras.

Cada día salían juntas a pasear por el parque, donde Tini disfrutaba correteando detrás de las ardillas y oliendo cada árbol y flor que encontraba a su paso. Pero un día, cuando menos lo esperaban, la correa de Tini se rompió. La pequeña perrita se asustó y comenzó a correr sin rumbo fijo.

Roma intentó seguirla, pero pronto perdió de vista a su amiga peluda. - ¡Tini! ¡Tini! -gritaba Roma desesperada mientras corría por el parque. La niña buscó por todas partes, pero no logró encontrar a Tini. Entonces decidió pedir ayuda.

- Por favor, necesito ayuda para encontrar a mi perrita -dijo Roma llorando ante un señor mayor que pasaba por allí-. Su correa se rompió y ahora está perdida. El hombre compadecido decidió ayudarla.

Juntos buscaron en cada rincón del parque hasta que finalmente dieron con Tini cerca del lago. La perrita estaba acurrucada bajo un árbol temblando de miedo. Al verla, Roma corrió hacia ella para abrazarla con fuerza. - No te preocupes más, Tini.

Ya estoy aquí contigo -le dijo roma cariñosamente mientras le secaba las lágrimas con sus manos-. Nunca más volveré a soltarte la correa sin revisar primero si está bien ajustada.

Desde ese día, Roma prometió ser más cuidadosa con su amiga peluda y siempre revisaría la correa antes de salir a pasear. Además, aprendió que cuando necesitaba ayuda podía contar con los demás para encontrar soluciones juntos.

La aventura de Tini y Roma les enseñó una valiosa lección: la importancia de cuidar a nuestras mascotas y pedir ayuda cuando lo necesitamos. Y así, juntas siguieron disfrutando del parque y creando nuevas historias para compartir.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!