La Aventura de Rosa y el Cocodrilo
En un lugar mágico al borde del Bosque Encantado vivía una pequeña duende llamada Rosa. Rosa era conocida por su amor por la naturaleza y sus enormes ojos verdes que brillaban como esmeraldas. Un día, mientras recolectaba flores para hacer coronas, se encontró con su amigo, el murciélago llamado Milo.
"¡Hola, Rosa! ¿Qué estás haciendo hoy?" - preguntó Milo, colgándose de una rama.
"Hola, Milo. Estoy recogiendo flores para hacer coronas, ¿te gustaría ayudarme?" - respondió Rosa con una sonrisa.
Milo, entusiasmado, ¡decidió acompañarla! Mientras estaban en eso, un fuerte rugido resonó en el aire. Rosa y Milo se miraron, asustados.
"¿Qué fue eso?" - preguntó Milo, con sus alas temblando.
"No lo sé, pero suena como un cocodrilo. Vamos a investigar" - decidió Rosa, siempre aventurera.
Siguiendo el sonido, llegaron a una pequeña cabaña que nunca habían visto antes. Allí, asomaba la cabeza un enorme cocodrilo de escamas verdes brillantes. Tenía un aspecto triste y solitario.
"Hola, cocodrilo. ¿Por qué estás tan triste?" - preguntó Rosa, acercándose con cautela.
"¿Yo? ¡Soy un cocodrilo muy solo!" - suspiró el cocodrilo. "Nadie quiere jugar conmigo porque siempre piensan que soy peligroso."
Rosa miró a Milo y decidió que tenían que ayudarlo.
"No debes estar solo, podemos ser tus amigos. Te prometemos que sólo queremos jugar" - dijo Rosa con amabilidad.
El cocodrilo levantó la cabeza, sorprendido.
"¿De verás? ¿Quieren jugar conmigo?" - preguntó, sus ojos llenándose de esperanza.
"¡Claro! Vamos a jugar un juego. ¿Cómo se llama?" - preguntó Milo.
"Se llama 'Atrapa la sombra'. Es muy divertido" - respondió el cocodrilo, emocionado.
Así, comenzaron a jugar. El cocodrilo, que era bastante ágil a pesar de su tamaño, se movía rápido y hacía reír a Rosa y Milo. Pero luego, en medio del juego, el cocodrilo cometió un error y terminó atrapando a Milo con su cola.
"¡Oh no, Milo! ¿Estás bien?" - gritó Rosa, preocupada.
Milo, en un primer momento, se sintió asustado, pero luego, comenzó a reírse de lo ridículo que parecía todo.
"¡Sí, estoy bien! Solo un poco sorprendido" - contestó mientras se liberaba.
"No quise asustarte, lo siento mucho" - se disculpó el cocodrilo, sintiéndose mal por lo que había hecho.
"No te preocupes, sólo ten un poco más de cuidado, ¿sí?" - lo animó Rosa.
Al darse cuenta de que el cocodrilo realmente no era peligroso, los tres comenzaron a hablar y compartieron sus historias. Rosa y Milo aprendieron que el nombre del cocodrilo era —"Coco" y que, a pesar de su apariencia, solo quería amigos.
En ese momento, Rosa tuvo una idea brillante.
"¡Hagamos una fiesta! Invitemos a todos los animales del bosque. Así podrán conocer a Coco y ver que no es peligroso" - propuso con emoción.
Coco sonrió ampliamente.
"¡Eso sería increíble!" - exclamó, lleno de esperanza.
Rosa y Milo se pusieron a trabajar organizando la fiesta. Hicieron decoraciones con flores, prepararon bocados y cantaron mientras se preparaban. El día de la fiesta, todos los animales del bosque asistieron, curiosos por conocer al nuevo amigo.
Al principio, algunos animales estaban un poco asustados, pero Rosa, Milo y Coco les explicaron que él sólo quería jugar.
"¡Miren! Juguemos todos juntos al 'Atrapa la sombra'" - sugería Rosa, entusiasmada.
Los animales, poco a poco, empezaron a participar y se dieron cuenta de que Coco era un gran amigo. Se reían, correteaban y disfrutaban de la compañía.
Al final de la fiesta, todos estaban felices y agradecidos.
"No sabía que podría tener amigos como ustedes" - dijo Coco, con lágrimas de alegría en los ojos.
"Todos merecemos amigos, sin importar nuestra apariencia" - dijo Milo, afirmativo.
Desde ese día, Rosa, Milo y Coco se volvieron inseparables. Aprendieron juntos que la verdadera amistad se basa en aceptar y valorar a otros, sin importar cómo se vean.
Y así, el bosque se llenó de risas y aventuras, donde una duenda, un murciélago y un cocodrilo demostraron que todos podemos ser amigos con un poco de imaginación y el deseo de conocernos.
"¡Hasta la próxima aventura!" - gritaron juntos, mientras el sol se ponía sobre el Bosque Encantado.
FIN.