La aventura de Ser y Estar



Había una vez en un bosque encantado, un grupo de animales que vivían felices y en armonía. En este mágico lugar, las palabras Ser y Estar cobraban vida y se paseaban libremente entre los árboles y las flores. Ser era una palabra tranquila y sabia, mientras que Estar era curiosa y juguetona.

Un día, un problema sacudió la paz del bosque. La fuente de agua que proveía de vida a todos los habitantes del bosque, se secó repentinamente. Los animales comenzaron a preocuparse, ya que sin agua no podrían seguir viviendo en armonía. Ser y Estar decidieron emprender una aventura para encontrar la causa de la sequía.

- ¿Qué crees que está pasando, Ser? - preguntó Estar mientras caminaban en busca de pistas.

- No lo sé, Estar, pero juntos encontraremos la solución - respondió Ser con calma.

Durante su travesía, se encontraron con el zorro, quien les contó que había visto a un gigante malvado desviando el curso del arroyo con piedras y troncos. Determinados a ayudar a sus amigos animales, Ser y Estar decidieron enfrentar al gigante.

- ¿Qué hacen en mi camino? - rugió el gigante al ver a Ser y Estar acercándose.

- Queremos pedirte que devuelvas el agua a nuestro bosque. Todos los animales dependen de ella para vivir - declaró Ser con firmeza.

El gigante, sorprendido por la valentía de las palabras, accedió a retirar las piedras y troncos que obstruían el arroyo, y el agua volvió a fluir.

- ¡Lo logramos! - exclamó Estar emocionada.

- Sí, Estar, trabajando juntos podemos solucionar cualquier problema - afirmó Ser con orgullo.

Los animales del bosque, agradecidos, celebraron con una gran fiesta la vuelta del agua. Ser y Estar aprendieron que, al unir sus fortalezas, podían lograr grandes cosas.

Desde ese día, las palabras Ser y Estar se convirtieron en símbolos de colaboración y solidaridad en el bosque encantado. Y así, vivieron felices y en armonía para siempre.

FIN.

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