La Aventura de Teléfono y Sus Amigos
Era un hermoso día en el barrio de Valleverde. Teléfono, un dispositivo curioso y parlanchín, le dijo a sus amigos:
- ¡Chicos, hoy quiero salir a explorar! ¿Se animan?
Bicicleta, siempre lista para la aventura, sonrió y respondió:
- ¡Yo soy la mejor compañera para darte velocidad! Vamos a conocer lugares nuevos.
Tarjeta, que se encontraba en la mesa de un niño, se unió a la conversación:
- ¡Yo puedo ayudarles a comprar algo rico para picar en el camino! Soy genial para las compras.
Escalera, que estaba apoyada en una pared, agregó:
- Pero primero, necesitamos subir a un lugar alto para observar bien. ¡Yo puedo ayudar con eso!
Todo parecía estar listo, así que Teléfono sugirió:
- Perfecto, ¡vamos a utilizar a Escalera primero!
Escalera se acomodó para que todos subieran y, desde allí, observaron el vecindario. Se dieron cuenta de que había una gran cantidad de flores coloridas en el jardín de la señora Petunia.
- ¡Miren cuántas flores! - exclamó Teléfono. - ¿Qué les parece si vamos a verlas de cerca?
Una vez que la tropa bajó de Escalera, se dirigieron al jardín. Flor, una hermosa margarita que crecía entre las demás, los saludó:
- ¡Hola, amigos! Es un placer tener visitantes. ¿Quieren saber cómo crezco tan bonita?
- ¡Claro! - dijo Bicicleta entusiasmada, porque siempre había querido aprender más sobre las plantas.
- Necesito agua, sol y un poco de amor - explicó Flor. - Pero también debo tener cuidado, porque en la tierra a veces hay cosas que no son agradables, como la caca de los gatos.
- ¡Eso es un asco! - exclamó Tarjeta, que se había emocionado con la conversación.
- Sí, pero a veces es parte de la vida, y hasta puede ayudar a otros a crecer - dijo Flor con una sonrisa.
Teléfono, intrigado, preguntó:
- ¿Cómo puede ser eso?
- Miren, - explicó Flor - la caca se descompone y se convierte en abono, ayudando a que las plantas crezcan fuertes. Así que siempre hay un lado bueno en las cosas, incluso en las que parecen malas.
Todos los amigos quedaron pensando en esa lección tan importante. Después de un rato, decidieron seguir explorando y buscaron un puesto de jugos para compartir uno fresco.
De camino, Tarjeta se dio cuenta de que había un nuevo barrio en construcción.
- ¡Wow! Debemos ver qué están haciendo ahí.
- ¿Y por qué no usar a Escalera de nuevo? - sugirió Bicicleta, que siempre era la más aventurera.
Al llegar al nuevo barrio, encontraron a Escalera trabajando arduamente. A su lado estaba el señor Manuel, un constructor muy amable.
- Hola, chicos, ¿quieren ver cómo construimos una casa? - les preguntó el señor Manuel.
- ¡Sí! - gritaron todos al unísono.
- Aquí usamos escalera para llegar a los pisos de arriba. Al igual que Flor, a veces en construcción hay que estar atentos a no dejar cosas afuera, porque eso puede atraer problemas, como los gatos y su caca - explicó el señor Manuel entre risas.
Todos rieron y aprendieron un poco sobre la importancia de cuidar el ambiente. Al final, decidieron juntar todos los residuos que encontraban en el camino y ayudar a mantener limpios los espacios que visitaban.
Finalmente, cuando llegaron al puesto de jugos, Teléfono tomó la palabra:
- Hoy no solo aprendimos sobre las flores y las casas, sino que también descubrimos que debemos cuidar nuestro entorno. ¡Y por eso! - levantó su pantalla - lo compartiremos con todos nuestros amigos.
- ¡Sí! - gritaron todos.
- ¡A la aventura y al cuidado del barrio! - exclamó Bicicleta mientras brindaban con sus jugos.
Y así, entre risas y aprendizajes, nuestros amigos disfrutaron de su día, prometiendo que cada vez que fueran de aventura, no solo se divertirían, sino que también cuidarían lo que les rodeaba, recordando siempre que incluso las cosas que parecen feas pueden tener una importante lección.
FIN.