La Aventura de Winny en la Montaña

En una hermosa montaña, donde la nieve brillaba bajo el sol y los árboles bailaban con el viento, vivía Winny, un pequeño oso que siempre tenía una sonrisa en su cara. Winny era conocido por su carácter juguetón y su gran amor por la miel. Cada día, se aventuraba a buscar las colmenas donde las abejas trabajaban incansablemente para hacer la dulce miel que tanto le gustaba.

Una mañana, Winny decidió hacer algo diferente. "Hoy voy a hacer una gran fiesta para mis amigos!"- exclamó emocionado mientras soñaba con miel y nieve. Así que fue a invitar a sus amigos: la ardilla Sara, el conejo Rocco y la tortuga Tita.

Cuando llegó a la casa de Sara, ella estaba coleccionando nueces. "¡Sara, ven a mi fiesta! Habrá miel y nieve por montón!"- le dijo Winny.

"¡Miel y nieve! ¡Eso suena delicioso! ¡Claro que iré!"- respondió emocionada.

Luego, Winny corrió hacia la madriguera de Rocco. "¡Rocco! Estás invitado a una fiesta en la montaña. ¡Prepárate para una aventura azucarada!"- gritó.

"¡Sí! ¡No puedo esperar!"- contestó Rocco saltando de alegría.

Por último, decidió ir a ver a Tita. "Tita, habrán juegos y mucha miel en mi fiesta. ¡Te espero!"- la llamó.

"¡Me encanta la miel! Contá con mi presencia, Winny. ¡Hasta luego!"- dijo Tita, moviendo su cabeza con satisfacción.

Con todos los amigos confirmando su asistencia, Winny se puso en marcha para preparar la fiesta. Primero, buscó un lugar hermoso con una vista que dejara sin aliento. "Este es el lugar perfecto. ¡Aquí será!"- pensó mientras admiraba el paisaje.

Una vez elegido el lugar, Winny empezó a hacer algunas decoraciones con flores y ramas. Todo estaba quedando precioso. Luego, se dirigió a su colmena favorita. "¡Hola, Abel, la abeja! ¿Puedo comprar un poco de miel para mi fiesta?"-

"¡Por supuesto, Winny! Toma todo lo que necesites. ¡Eres un gran amigo!"- respondió Abel con una sonrisa.

Winny llenó varios frascos de miel y luego se fue alegremente a buscar algo de nieve. "Esto será perfecto para combinar con la miel", pensó. Cuando llegó al lugar de la fiesta, empezó a preparar la mesa.

Sin embargo, a medida que se aproximaba la hora de la fiesta, algo inesperado ocurrió. Un fuerte viento sopló por la montaña, y la nieve comenzó a caer de forma descontrolada. "¡Oh no!"- exclamó Winny. "¡No puedo dejar que se arruine la fiesta!"-

Él decidió actuar rápido. "¡Necesitamos un refugio!"- gritó mientras pensaba qué hacer. Sus amigos llegaron justo a tiempo. "¿Qué sucede, Winny?"- preguntó Rocco, preocupado.

"El viento está arruinando mi fiesta. Tenemos que encontrar una solución!"- respondió Winny angustiado.

Entonces, Tita, que siempre tenía una idea brillante, propuso formar un círculo. "Si nos unimos, podemos construir un refugio"- sugirió.

"¡Buena idea, Tita!"- dijo Winny insistiendo en trabajar en equipo.

Con ese nuevo plan, todos se pusieron manos a la obra. Sara trajo ramas y hojas, Rocco juntó piedras, y juntos crearon un refugio en medio de la ventisca. Winny, con su energía contagiosa, dirigía los trabajos mientras iban construyendo cada vez más fuerte.

"¡Vamos, chicos! ¡No se rindan!"- animaba constantemente. Así continuaron hasta que, tras mucho trabajo y risas, lograron hacer un mágico refugio de nieve,

"¡Lo logramos!"- exclamó Winny, saltando de alegría.

Cuando la tormenta amainó, se adentraron en su refugio, donde la mesa con miel y nieve les esperaba. "¡Es hora de la fiesta!"- dijo Winny mientras todos comenzaban a servirse.

Al final de la jornada, mientras comían miel con un poco de nieve, Winny observó a sus amigos y el refugio que habían construido. "Hoy aprendí algo muy importante. La verdadera fiesta no se trata solo de la miel y la nieve, sino de estar juntos y ayudarnos mutuamente en momentos difíciles"- reflexionó.

Todos estuvieron de acuerdo y rieron, disfrutando de la felicidad de la amistad. Desde aquel día, cada vez que un fuerte viento soplaba, Winny y sus amigos sabían que juntos podrían enfrentar cualquier aventura. ¡Y así, cada verano hacía una fiesta por la amistad, disfrutando de la miel, la nieve y la alegría de tenerse unos a otros!

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.