La Aventura del Bosque Encantado



Yisel era una niña curiosa y valiente que vivía en un pequeño pueblo al borde de un bosque mágico. Tenía un perro llamado Back, que era su mejor amigo. Era un perro de gran tamaño con un pelaje marrón y orejas largas que siempre estaba dispuesto a acompañarla en sus aventuras.

Un día, mientras jugaban en el parque, Yisel notó que el cielo se oscurecía.

"¿Qué está pasando, Back?" - preguntó, mirando a su alrededor. Back ladró suavemente, como si también sintiera que algo misterioso iba a suceder.

Decidida a entender, Yisel propuso:

"Vamos a explorar el bosque, Back. Tal vez encontramos la razón de este extraño cambio en el clima."

Cuando entraron al bosque, el ambiente era diferente. Los árboles parecían más altos, y las hojas brillaban con colores vibrantes que nunca antes había visto.

"Esto es increíble, Back!" - exclamó Yisel. Pero, al poco tiempo, se dieron cuenta de que no estaban solos. Un pequeño duende apareció entre los arbustos.

"¡Hola! Soy Lúmin, el duende guardián de este bosque. ¿Qué los trae por aquí?" - dijo el duende, moviendo nerviosamente sus alas brillantes. Yisel se acercó con una gran sonrisa.

"Hola, yo soy Yisel y este es mi amigo Back. Notamos que el cielo se oscureció y vinimos a investigar."

"Sí, y estamos muy curiosos sobre lo que está pasando" - agregó Back, moviendo la cola.

Lúmin frunció el ceño.

"Hay un problema. El Árbol de la Sabiduría, que proporciona luz y alegría a este bosque, ha perdido su brillo. Deben ayudarme a encontrar la Flor Dorada que lo reenergiza. Sin ella, el bosque caerá en la oscuridad."

Yisel y Back, emocionados por la misión, aceptaron ayudar al duende. Lúmin les dio un mapa que los llevaría a la cueva donde crecía la Flor Dorada.

"Pero cuidado, hay obstáculos en el camino, y deben trabajar juntos para superarlos."

Siguiendo el mapa, Yisel y Back cruzaron un río caudaloso con grandes piedras.

"No puedo saltar esas piedras por mí mismo, Yisel" - dijo Back preocupado.

"No te preocupes, ¡tenemos que hacerlo juntos!" - Yisel le sonrió. Juntos, formaron un puente con ramas y lograron cruzar el río.

Al llegar a la cueva, encontraron que la entrada estaba cuidada por un enorme monstruo de piedra. Yisel y Back se miraron aterrados.

"No sé si podemos pasar, Back..." - dijo Yisel.

"Podemos intentarlo, Yisel. Tal vez haya una forma de engañarlo."

"¡Eureka!" - gritó Yisel. "Voy a hacer ruido para que salga, y tú, Back, puedes entrar por un lado y tomar la flor."

Yisel empezó a hacer ruidos con unas piedras. El monstruo se giró confundido y comenzó a buscar.

"¡Ahora, Back, corre!" - gritó Yisel. Back, ágil y rápido, se deslizó por el lado y encontró la Flor Dorada.

"¡La tengo!" - ladró feliz Back, mientras Yisel, gritando de alegría, se acercaba.

Al salir de la cueva, Lúmin los estaba esperando.

"¡Lo lograron!" - exclamó el duende al ver la flor. "Ahora, vamos a regresar al Árbol de la Sabiduría."

Con la flor en mano, Yisel, Back y Lúmin corrieron al centro del bosque. Cuando llegaron al árbol, colocaron la Flor Dorada en su base. En un instante, el árbol comenzó a brillar intensamente, iluminando todo el bosque con su luz dorada.

"¡Lo logramos!" - gritaron juntos, llenos de alegría. El bosque volvió a la vida con colores vibrantes y sonidos de alegría.

Lúmin se acercó a ellos con una amplia sonrisa.

"Gracias a ustedes, el bosque está a salvo. Jamás olvidaré su valentía y amistad. Como recompensa, siempre serán bienvenidos aquí."

Yisel y Back regresaron a casa, cansados pero felices.

"Fue la mejor aventura de todas, Back. ¿Te imaginas lo que habríamos hecho si no hubiésemos trabajado juntos?"

"Sí, Yisel. Somos un gran equipo!" - ladró Back mientras corrían hacia el pueblo, con el sol brillando sobre ellos.

Desde aquel día, cada vez que el sol brillaba, Yisel y Back miraban hacia el bosque y sonreían, recordando que con valentía, trabajo en equipo y amistad, ¡podían superar cualquier obstáculo! .

FIN.

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