La Aventura del Bosque Perdido



Era un hermoso día en el pantano, y Shrek disfrutaba de un merecido descanso con su familia. Fiona y los niños estaban jugando cerca del lago, mientras él leía un libro bajo la sombra de un sauce. De repente, un sonido extraño interrumpió su paz. Temía que fuera alguna otra aventura inesperada, pero nunca imaginó que lo que se avecinaba cambiaría el destino del bosque entero.

"¡Shrek!" - gritó Burro, corriendo con la lengua afuera "¡Tenés que venir rápido! Hay un problema en el bosque."

Shrek cerró su libro y le preguntó:

"¿Qué tipo de problema? ¿Hay un dragón suelto?"

"Peor.¡Es un monstruo!" - respondió Burro, intrigando a Shrek.

Fiona, interesada, se unió a la conversación.

"¿Un monstruo? ¿Sabemos de dónde viene?"

"No lo sé!" - replicó Burro, agitándose "Pero le está asustando a todos los animales y se están mudando del bosque. ¡Tenemos que detenerlo!"

Shrek, sintiéndose responsable, decidió que tenían que investigar. Así que, junto a Fiona, Burro y el Gato con Botas, se adentraron en el bosque. Mientras se aventuraban, comenzaron a escuchar rumores de los animales sobre el misterioso monstruo.

"Dicen que es un ser grande y animal, que lanza fuego por la boca" - comentó el Gato con Botas, con su voz suave y melodiosa.

"Que eso suena un poco como un dragón... espero que no sea otra de tus exnovias, Burro" - bromeó Shrek.

Después de horas de búsqueda y muchas risas, se encontraron con un grupo de animales aterrados.

"¿Dónde está el monstruo?" - preguntó Shrek.

Los conejos y los ciervos señalaron hacia una cueva oscura.

"¡Allí vive! ¡Nunca salimos!" - dijeron, temblando de miedo.

Los amigos se acercaron lentamente a la cueva. De repente, escucharon un ruido que sonaba a llanto. Al entrar, se encontraron con un enorme oso llorando.

"¿Quién... quiénes son ustedes?" - preguntó el oso entre sollozos.

"¡Yo soy Shrek! Y venimos a ver por qué asustás a los demás animales" - dijo Shrek, tratando de sonar firme.

El oso levantó la vista, con los ojos llenos de lágrimas.

"Lo siento, no quería asustarlos. Estoy buscando un lugar donde pertenezca, pero cada vez que intento acercarme, todos huyen" - explicó.

Fiona se acercó al oso y dijo:

"No tienes que tener miedo. A veces, parece que somos diferentes, pero todos queremos un lugar al que llamar hogar. ¿Por qué no te unes a nosotros y así podremos enseñarte que no tienes que estar solo?"

El oso se secó las lágrimas y preguntó:

"¿De verdad harían eso por mí?"

"¡Por supuesto!" - exclamó Burro "¡La amistad es muuuuuuuucho más fuerte que el miedo!"

Decidieron que el oso se uniría al grupo y lo llevaron de regreso a la pradera. Al principio, los otros animales estaban nerviosos, pero a medida que Shrek y sus amigos compartieron historias y juegos con el nuevo amigo, comenzaron a ver que no era un monstruo, sino un compañero cariñoso.

Días después, el bosque se llenó de risas y el oso, que ahora se llamaba Oso Cariñoso, encontró su lugar. Aprendió a cuidar de los demás y, sobre todo, a ser él mismo. Todos los animales se dieron cuenta de que lo importante no es cómo te ves, sino cómo eres en tu corazón.

Al final, Shrek, Fiona, Burro y el Gato con Botas organizaron una gran fiesta en el bosque para celebrar la nueva amistad.

"¡Salud por Oso Cariñoso!" - brindó Shrek, rodeado de sus amigos.

"¡Y por la diversidad!" - agregó Fiona, mirando a cada uno de los animales.

Y así, el bosque se transformó en un lugar más alegre y acogedor donde todos podían ser diferentes, pero juntos.

Shrek sonrió y pensó que, a veces, las aventuras más increíbles comienzan con un poco de valentía y un corazón abierto a la amistad.

FIN.

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