La aventura del cachorro


Era una mañana de verano en la cabaña de montaña donde vivían Elís, Elena y Bernardo junto a su papá.

Los tres hermanos se despertaron temprano para disfrutar del día juntos, pero pronto comenzaron a pelear por quién iba a llevar a pasear a Xena, la cachorra border collie que habían adoptado hace unos meses. "Yo quiero llevarla yo", dijo Elena mientras intentaba tomar la correa de Xena. "No, yo quiero llevármela yo", respondió Bernardo empujando a su hermana.

Elís trató de intervenir para calmarlos, pero solo logró que terminaran los tres discutiendo. Papá los escuchó desde la cocina y decidió intervenir.

"¿Qué está pasando aquí?", preguntó mientras se acercaba a ellos con una sonrisa en el rostro. Los niños guardaron silencio al instante y bajaron la mirada avergonzados por haberse peleado. Papá se sentó con ellos en el sillón y les explicó lo importante que era aprender a compartir y trabajar juntos como equipo.

"Xena es parte de nuestra familia y todos tenemos derecho a disfrutar de su compañía", dijo papá mientras acariciaba la cabeza de la cachorra.

"¿Por qué no hacemos algo divertido todos juntos?"Los niños levantaron sus cabezas emocionados ante esa idea y papá les propuso ir juntos hasta una cascada cercana para pasar el día allí. Los tres hermanos aceptaron encantados y rápidamente prepararon todo lo necesario para partir hacia su aventura.

Durante el camino, papá les enseñó sobre las plantas y animales que encontraban en el camino, mientras ellos jugaban y reían junto a Xena. Al llegar a la cascada, montaron un picnic con comida rica y compartieron historias divertidas.

Después de comer, papá sacó su guitarra y comenzó a tocar algunas canciones. Los niños se sumaron cantando y bailando alrededor del fuego hasta que llegó la hora de regresar a casa.

En el camino de regreso, los hermanos conversaron sobre lo bien que lo habían pasado juntos ese día y cómo habían aprendido a trabajar en equipo para disfrutar de las cosas que les gustaban. Papá sonrió orgulloso al escucharlos y les prometió seguir haciendo más aventuras como esa juntos.

Al llegar a casa, los tres hermanos se acostaron felices pensando en todas las aventuras futuras que podrían tener juntos junto con Xena. Y así, aprendieron una valiosa lección: la importancia de trabajar en equipo para disfrutar al máximo cada momento juntos.

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