La Aventura del Elefante, la Tortuga, la Jirafa y la Bruja Merlina
Era un hermoso día en la selva, y los animales más curiosos de todas partes se reunían en el gran claro bajo el Baobab. El Elefante, la Tortuga y la Jirafa eran los mejores amigos y siempre buscaban aventuras juntos. Esta vez, el Elefante, que tenía una gran imaginación, propuso algo diferente.
"¡Chicos! ¡Hoy vamos a buscar a la Bruja Merlina! He oído que tiene un libro mágico que puede responder cualquier pregunta" - dijo el Elefante con entusiasmo.
"¿Una bruja? ¡Suena un poco espeluznante!" - dijo la Jirafa, estirando su cuello para mirar más allá de los árboles.
"Sí, pero es conocida por ser muy amable. Además, ¿qué es lo peor que puede pasar?" - añadió la Tortuga, que siempre era la voz de la razón.
Con su entusiasmo a cuestas, decidieron emprender el viaje hacia la cabaña de la Bruja Merlina. La selva era un lugar lleno de ruidos y misterios, y pronto se encontraron en una encrucijada.
"A la derecha hay un río, y a la izquierda un camino rocoso. ¿Cuál tomamos?" - preguntó la Jirafa.
"Podemos cruzar el río, será divertido" - sugirió el Elefante, alzando la trompa felizmente.
Sin embargo, el cruce del río no fue tan fácil. Al llegar, se dieron cuenta de que las aguas eran más rápidas de lo que parecían.
"¡Ay, esto es peligroso!" - exclamó la Tortuga, mientras trataba de no ser arrastrada por la corriente.
"¡Esperen!" - gritó la Jirafa. "Tal vez podamos hacer una balsa con ramas y hojas".
Al principio, la idea pareció tonta, pero todos se unieron para recolectar lo necesario. Con esfuerzo y colaboración, lograron construir una balsa bastante resistente. Una vez que estuvieron en la balsa, el Elefante comenzó a remar mientras la Tortuga daba consejos y la Jirafa los guiaba.
Finalmente, cruzaron el río con éxito, celebrando su triunfo. Cuando llegaron al otro lado, se encontraron con un hermoso campo de flores llenas de colores que nunca habían visto.
"¡Miren estas flores! Son tan distintas a las de nuestro hogar" - dijo la Jirafa admirando su belleza.
De repente, oyeron un suave murmullo. ¿Qué podría ser? Era la Bruja Merlina, quien había llegado en una nube de polvo brillante.
"Hola, mis queridos aventureros. He estado observando su viaje. Vienen en busca de respuestas, ¿no?" - les dijo con una sonrisa amable.
Todos se sorprendieron.
"¡Sí! Queremos hacer preguntas sobre el mundo y sobre nosotros mismos" - dijo el Elefante, emocionado.
La Bruja Merlina asintió.
"Entiendo que, a veces, buscamos respuestas afuera, pero lo más importante es saber lo que llevamos dentro. Les haré una pregunta a cada uno, y deberán respondérmela sinceramente. ¿Listos?" - dijo Merlina, con un brillo en sus ojos.
Cada uno tuvo su momento. Primero, la Jirafa:
"¿Qué es lo que más valoras en la vida?" - preguntó Merlina.
"Valoro la amistad, porque sin mis amigos no podría haber llegado hasta aquí" - respondió la Jirafa.
Luego fue el turno del Elefante:
"¿Qué sueñas alcanzar algún día?" - preguntó la bruja.
"Quiero ser un gran explorador y conocer todos los rincones del mundo" - dijo el Elefante, deslumbrado.
Finalmente, llegó el turno de la Tortuga:
"¿Qué te gustaría enseñar a los demás?" - inquirió Merlina.
"Me gustaría enseñar que no importa cuán lento se vayan, lo importante es seguir avanzando y nunca rendirse" - dijo la Tortuga con determinación.
La Bruja sonrió y dijo:
"Muy bien. Han encontrado las respuestas que necesitaban dentro de ustedes mismos, y eso es lo que realmente importa. Ahora, cada uno tiene un don que podrá compartir con el resto de la selva. Volvamos juntos."
Así, la Bruja Merlina les enseñó sobre la importancia de la amistad, el autoconocimiento y la perseverancia.
De regreso a su hogar, los tres amigos estaban emocionados de contarles a todos lo que habían vivido. Cada cual había aprendido algo muy valioso, y desde entonces, la Jirafa se convirtió en la narradora de historias en la selva, el Elefante exploró nuevas tierras y la Tortuga comenzó a dar charlas sobre la importancia de no rendirse.
Y así, nuestra pequeña gran aventura terminó, pero en sus corazones, sabían que cada día sería una nueva oportunidad para explorar, aprender y crecer juntos.
FIN.