La Aventura del Equilibrio



Había una vez un niño llamado Dylan que amaba pasar horas y horas frente a su notebook.

Desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche, él se sentaba frente a ella sin hacer otra cosa más que jugar videojuegos y ver videos en YouTube. Su mamá, preocupada por el futuro de su hijo, le decía constantemente:- Dylan, tienes que estudiar y buscar trabajo. No puedes pasar todo el día frente a esa computadora.

Pero Dylan no le hacía caso y seguía pasando horas jugando. Una tarde, mientras estaba jugando uno de sus juegos favoritos, algo extraño sucedió: el personaje del juego cobró vida y salió de la pantalla.

El personaje se presentó como —"Max" , un ser mágico enviado para ayudar a Dylan. - Hola Dylan -dijo Max-. He venido para enseñarte algo muy importante. - ¿Qué es? -preguntó Dylan curioso.

- Verás -respondió Max-, pasas tanto tiempo frente a esta pantalla que te estás perdiendo muchas cosas maravillosas que hay afuera. Hay un mundo entero esperándote allí afuera, lleno de aventuras emocionantes y personas interesantes. Pero si sigues aquí sentado todo el día, nunca lo descubrirás.

Dylan pensó por un momento en las palabras de Max y comenzó a darse cuenta de cuánto tiempo había estado perdiéndose frente a su computadora sin hacer nada productivo. Decidió tomar acción inmediatamente:- Gracias Max -dijo Dylan-. Tienes razón.

Voy a dejar mi notebook por hoy e iré al parque con mis amigos. ¡Quiero explorar el mundo! Y así fue como Dylan comenzó a explorar el mundo fuera de su pantalla.

Descubrió nuevos lugares, hizo amigos y aprendió cosas nuevas todos los días. Sin embargo, un día, cuando regresaba del parque, descubrió que su notebook había sido robada. Dylan estaba destrozado. Había perdido su conexión con el mundo virtual que tanto amaba.

Pero entonces recordó las palabras de Max: "Hay un mundo entero esperándote allí afuera". Decidió seguir adelante y no permitir que la pérdida de su computadora lo detuviera. Comenzó a estudiar más duro en la escuela y buscar trabajo para ahorrar dinero para una nueva notebook.

Finalmente, después de meses de esfuerzo y dedicación, logró conseguir un nuevo equipo. Pero esta vez era diferente: no pasaba todo el día frente a ella como antes. Ahora tenía una vida equilibrada entre lo virtual y lo real.

Dylan se dio cuenta de que había mucho más en la vida que simplemente sentarse frente a una pantalla todo el día. Aprendió a valorar cada momento y disfrutar del mundo que lo rodeaba.

Y así fue como Dylan aprendió una valiosa lección: el equilibrio es clave en la vida.

FIN.

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