La aventura del lago salvaje
Había una vez, en el hermoso lugar de Xochimilco, un ajolote muy especial llamado Migue Luis. Era diferente a los demás ajolotes porque tenía unos colores brillantes y podía comunicarse con otros animales.
Migue Luis vivía felizmente en el lago de Xochimilco junto a sus amigos: la ranita Rita, el pececito Paco y la tortuguita Tere. Juntos disfrutaban nadando y jugando en las aguas cristalinas del lago.
Un día, Migue Luis notó que el agua del lago comenzaba a ponerse turbia y sucia. Esto les preocupó mucho a todos los habitantes del lugar porque sabían que eso era peligroso para su hogar. "¡Amigos! Tenemos que hacer algo para limpiar el lago", dijo Migue Luis con determinación.
Rita, Paco y Tere estuvieron de acuerdo y decidieron buscar una solución. Fueron en busca de ayuda y encontraron al científico Don Andrés, quien trabajaba con biotecnología ajolotes.
Don Andrés les explicó que había desarrollado un método utilizando bacterias especiales presentes en la piel de los ajolotes para descomponer las sustancias tóxicas del agua. Estaba dispuesto a probarlo en el lago de Xochimilco.
Emocionados por esta oportunidad, Migue Luis y sus amigos se ofrecieron como voluntarios para ayudar al científico. Comenzaron a esparcir las bacterias por todo el lago, esperando que hicieran su magia. Días después, empezaron a ver resultados sorprendentes. El agua se volvía más limpia y cristalina.
Los peces y las plantas acuáticas volvieron a prosperar, devolviendo la vida al lago. Sin embargo, no todo fue tan sencillo. Un grupo de personas que vivían cerca del lago se oponía a los esfuerzos de Migue Luis y sus amigos.
Decían que los ajolotes eran peligrosos y que no debían interferir en el ecosistema del lago. Migue Luis y sus amigos se sintieron tristes por estas críticas, pero no se dieron por vencidos. Sabían que estaban haciendo lo correcto para salvar su hogar.
Un día, mientras limpiaban el agua del lago, Migue Luis encontró una botella con un mensaje dentro. Era un niño llamado Juanito que pedía ayuda para salvar el lago donde solía jugar.
"¡Amigos! Tenemos un aliado en esta misión", exclamó Migue Luis emocionado. Decidieron visitar a Juanito y contarle sobre su esfuerzo para limpiar el lago. Juanito estaba maravillado con la historia de Migue Luis y decidió ayudarlos a difundir su causa entre los habitantes del lugar.
Juntos organizaron una campaña para concientizar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y proteger el lago de Xochimilco. Realizaron charlas, murales y actividades educativas para enseñarles a todos cómo mantener limpio el agua.
La comunidad comenzó a comprender la importancia del trabajo de Migue Luis y sus amigos. Poco a poco, más personas se unieron a su causa hasta lograr un cambio significativo en Xochimilco.
Gracias a la perseverancia y el trabajo en equipo, Migue Luis y sus amigos lograron limpiar por completo el lago. El agua volvió a ser un hogar seguro para todos los animales que vivían allí.
Migue Luis se convirtió en un héroe para su comunidad y todos le agradecieron por salvar el lago de Xochimilco. Desde ese día, cada año se celebra el "Día de Migue Luis" en honor a su valentía y dedicación.
Y así, gracias al esfuerzo conjunto de Migue Luis, sus amigos y la ayuda de la biotecnología ajolotes, el lago de Xochimilco volvió a ser un lugar lleno de vida y belleza.
FIN.