La aventura del plato arcoíris

En un lugar mágico llamado Nutrilandia, donde las frutas y verduras crecían en árboles y los ríos fluían con jugo natural, vivía una niña llena de alegría llamada Lila. Tenía el cabello rizado, un vestido alegre y, lo más importante, una sonrisa que iluminaba todo a su alrededor.

Un día, mientras jugaba en el jardín, Lila escuchó un murmullo proveniente de un arbusto cercano. Se acercó y descubrió a un extraño cocinero. Tenía un delantal colorido y un gorro de chef que parecía haber sido pintado con los colores del arcoíris.

"¡Hola, pequeña! Yo soy el Chef Arcoíris, el mejor cocinero de Nutrilandia", dijo el Chef, saltando con alegría. "Vine a preparar un plato mágico que hará que todos quieran comer sano".

"¿Plato mágico? ¿Y qué lleva?" preguntó Lila, intrigada.

"Lleva frutas y verduras de todos los colores del arcoíris. Cuando lo prueben, sentirán que tienen energía infinita y jamás querrán comer cosas poco saludables", explicó el Chef mientras mostraba un plato brillante y colorido.

Lila se emocionó. "¡Quiero ayudar a preparar ese plato!" exclamó.

El Chef Arcoíris sonrió y asintió. "¡Perfecto! Vamos a buscar los ingredientes por todo Nutrilandia. Pero primero necesitas saber algo muy importante sobre cada color".

"¡Sí, sí! Cuéntame!", pidió Lila.

El Chef comenzó con el rojo: "Las frutas y verduras rojas, como los tomates y las fresas, son muy buenas para el corazón y la memoria". Lila escuchó atenta.

Luego, continuó con el color naranja: "Los zanahorias y las naranjas son excelentes para la vista y te ayudan a ver en la oscuridad, como un superhéroe". A Lila le encantaron esos datos.

"¿Y el amarillo?" preguntó ansiosa.

"Las bananas y los pimientos amarillos dan energía. ¡Son como un rayo de sol!", dijo el Chef mientras se reía.

"¿Y el verde?" siguió Lila.

"¡Ah! El verde es el color de los nutrientes. Las espinacas y los pepinos hacen que tus huesos sean fuertes y que tu piel brille como los árboles en primavera", explicó el Chef.

"¿Y el azul y el morado?"

"Los arándanos y las berenjenas son tus aliados para la memoria y para que tu piel sea suave como un pétalo de rosa. ¡Todo un tesoro de colores!" dijo con entusiasmo el Chef.

Lila soñaba con el plato arcoíris mientras recolectaban cada ingrediente por todo Nutrilandia, pero algo inesperado sucedió. De repente, sintieron un temblor en el suelo. Un pequeño monstruo de chocolate apareció ante ellos.

"¡Alto, alto! Yo soy el Monstruo de la Comida Chatarra y no dejaré que hagan ese plato saludable. ¡Quiero que todos coman mis deliciosos dulces!" dijo con una voz retumbante.

Lila se asustó un poco, pero decidió que debía ser valiente. "- ¡Pero lo que tú ofreces no es bueno para ellos!" protestó.

El Monstruo se rió. "- ¿Qué vas a hacer? ¡Mis dulces son tan ricos!".

"- ¡Pido un desafío! ," exclamó Lila. "¡Si puedes hacer un plato que sea más rico y saludable que el mío, te escucharé!".

El Monstruo se quedó pensativo. "- ¡Acepto el desafío!" y comenzó a mezclar golosinas, chocolate y tila.

Cuando Lila y el Chef terminaron el plato arcoíris, lo hicieron hermoso y nutritivo. El Chef lo decoró con hojas verdes brillantes y frutas frescas.

El Monstruo se acercó, nervioso pero curioso. "- No puedo dejar de mirarlo. Se ve tan bueno...".

"- Claro porque este plato no solo es colorido, es también rico en vitaminas y minerales. ¡Pruébalo! Verás la diferencia en cómo te sientes", dijo Lila con una sonrisa.

El Monstruo, dudando, decidió probar un bocado. Al hacerlo, sus ojos se abrieron de par en par. "- ¡Esto es sorprendente!". Los colores del plato lo hicieron sentir ligero y lleno de energía.

Lila sonrió viendo la transformación del monstruo. "- Ahora sabes que puedes disfrutar saludable y sentirte bien al mismo tiempo".

El Monstruo asintió con la cabeza, comprendiendo. "- No sabía que comer bien podía hacerme sentir así. Prometo que no volveré a asustar a nadie por la comida. ¡Ayudaré a todos a elegir opciones saludables!".

Y así, ese día, el Monstruo de la Comida Chatarra se convirtió en el nuevo ayudante del Chef Arcoíris, y juntos enseñaron a todos en Nutrilandia lo importante que es comer un plato arcoíris para vivir feliz y saludable.

Lila regresó a casa, su corazón lleno de alegría sabiendo que habían respaldado la magia de la comida saludable. Y desde entonces, Nutrilandia fue un lugar donde siempre brillaba la colorida alegría del arcoíris.