La aventura del ratón en la biblioteca



Había una vez un pequeño ratón llamado Marcelo que vivía en una biblioteca muy grande y antigua. A Marcelo le encantaba explorar cada rincón de la biblioteca, pero un día se distrajo tanto que terminó perdiéndose en un laberinto de estantes repletos de libros.

Marcelo comenzó a correr de un lado a otro, buscando la salida, pero todo parecía iguamente confuso y laberíntico. De repente, se encontró con Lucía, la bibliotecaria, quien al verlo tan asustado decidió ayudarlo.

"¡Hola, amiguito! ¿Estás perdido?", dijo Lucía con una sonrisa.

"Sí, no puedo encontrar la salida", respondió Marcelo con voz temblorosa.

"Tranquilo, juntos encontraremos una solución. ¿Por qué no empezamos por identificar en qué sección te encontrabas cuando te perdiste?", sugirió Lucía con amabilidad.

Marcelo explicó que estaba buscando un libro sobre aventuras y que se había desviado de su camino. Lucía lo tomó en brazos y lo llevó a la sección correspondiente, donde juntos encontraron el libro que Marcelo tanto ansiaba leer.

Mientras hojeaban el libro, Marcelo le contó a Lucía sobre su pasión por explorar y descubrir cosas nuevas. Lucía, impresionada por su valentía, decidió que era hora de mostrarle algo increíble. Con cuidado, condujo a Marcelo a una sección secreta de la biblioteca, donde estaban guardados los libros más antiguos y misteriosos.

Marcelo estaba maravillado por todo lo que veía y se sintió agradecido por tener a Lucía como guía. Pasaron horas explorando juntos, compartiendo historias y aprendiendo el uno del otro.

Finalmente, cuando el sol empezó a ocultarse, Marcelo y Lucía regresaron a la sección principal de la biblioteca. Marcelo estaba emocionado por todo lo que había vivido y aprendido, y agradeció a Lucía por toda su ayuda.

"¡Gracias, Lucía! Has hecho que este sea uno de los mejores días de mi vida. Nunca olvidaré esta aventura en la biblioteca", dijo Marcelo con una sonrisa radiante.

"Fue un placer ayudarte, Marcelo. Sabes, en la biblioteca siempre encontrarás historias increíbles y personas dispuestas a ayudarte. Nunca dudes en pedir ayuda cuando la necesites", respondió Lucía con cariño.

Desde ese día, Marcelo visitaba la biblioteca regularmente, siempre dispuesto a aprender nuevas cosas y a vivir emocionantes aventuras entre los libros y la amistad de Lucía.

FIN.

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