La aventura del refugio de los pollitos


Había una vez en un gallinero, unos pollitos muy traviesos que siempre querían jugar y explorar su entorno. Un día, mientras jugaban cerca de la puerta del gallinero, vieron a lo lejos un gavilán volando sobre ellos.

- ¡Miren allá arriba! ¡Es un gavilán! - gritó uno de los pollitos. Los demás pollitos se asustaron mucho al ver al peligroso ave rapaz sobrevolando el gallinero. Decidieron esconderse para evitar ser atacados por él.

- ¿Dónde podemos escondernos? - preguntó otro pollito temblando de miedo. - Podemos meternos debajo de las hojas del arbusto grande - propuso otro pollito. Todos estuvieron de acuerdo con la idea y corrieron hacia el arbusto para esconderse debajo de sus hojas.

Pero cuando llegaron allí, encontraron que ya había otros animales refugiándose allí también. - ¡No hay espacio suficiente para todos nosotros aquí! - exclamó uno de los animales.

Entonces, uno de los pollitos tuvo una idea brillante:- ¿Qué tal si construimos nuestro propio refugio? Así fue como comenzaron a trabajar juntos para construir su propio escondite seguro. Usaron palos, hojas y ramitas para construir una pequeña cabaña donde pudieran estar protegidos del gavilán.

Mientras trabajaban duro en su proyecto, aprendieron importantes habilidades como colaboración y trabajo en equipo. Finalmente, terminaron la cabaña justo cuando el gavilán regresó al gallinero. Los pollitos se metieron en su refugio y esperaron en silencio hasta que el peligro pasó.

Cuando salieron de su escondite, se dieron cuenta de lo valiente y unidos que habían sido para construir su propio hogar.

Desde ese día, los pollitos aprendieron a estar siempre preparados ante cualquier peligro, trabajando juntos y pensando con creatividad para encontrar soluciones. Y así vivieron felices por siempre jamás. La moraleja de esta historia es que trabajando en equipo podemos superar cualquier obstáculo y alcanzar nuestras metas.

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