La aventura del último año



Era un día soleado en la escuela primaria "Las Mariposas Brillantes", donde un grupo de amigos: Tomás, Sofía, Lucas y Eliana, estaba por comenzar su último año. La emoción de graduarse estaba en el aire, pero también un poco de tristeza por dejar atrás aquellos tiempos de juegos y risas.

Sin embargo, la rutina escolar comenzó a aburrir a estos amigos, y un día Tomás sugirió:

"¿Y si nos escapamos del colegio un rato y exploramos el parque de la ciudad? ¡Es nuestro último año!"

"Mmm, no sé... nos podrían castigar", dijo Sofía con un tono de preocupación.

"Pero es una última aventura. ¡Vamos!" respondió Lucas, con entusiasmo.

Al final, Eliana, que siempre fue la más aventurera, convenció a los demás:

"¡Está bien! Solo será una hora y prometemos volver antes que suene el timbre. ¡Vamos!"

Así que, sin pensarlo dos veces, los cuatro amigos decidieron escaparse. Corrieron hacia el parque, riendo y sintiéndose libres. En el parque, jugaron al escondite, saltaron en las hamacas y hasta hicieron una carrera en el pasto. Se olvidaron del tiempo y, por supuesto, no se dieron cuenta de que el timbre del colegio sonó, avisando que el tiempo se había acabado.

De regreso, se encontraron con la directora, que los estaba esperando en la entrada.

"Hola, chicos. ¿A dónde han ido?" preguntó con una mirada seria.

"Eh... solo fuimos a... a... explorar un poco el parque", respondió Lucas, sin saber qué decir.

"Lo sabía. No pueden simplemente escaparse del colegio y esperan que no haya consecuencias."

Los amigos se sintieron muy mal. Sabían que habían hecho algo que no debían y se habían dejado llevar por la emoción. La directora anunció que, por esa escapada, serían expulsados del colegio.

"¡No puede ser!" gritó Sofía, casi llorando.

"Cuánto lo siento, pero esto es una lección importante", dijo la directora.

Tristes por la noticia, decidieron reunirse en casa de Eliana para planear qué hacer después.

"No podemos dejarnos vencer. Tal vez podemos hablar con la directora y explicarle lo que pasó" dijo Eliana con determinación.

"¿Y si no nos escucha?" cuestionó Sofía, con duda.

"Siempre vale la pena intentarlo", afirmó Tomás.

Al día siguiente, decidieron tomar el valor y hablar con la directora. Cuando entraron a su oficina, todos estaban nerviosos, pero Eliana, confiando en su valentía, dijo:

"Sra. Gómez, venimos a hablarle sobre lo que pasó ayer. Sabemos que nos escapamos y que estuvo mal, pero solo queríamos disfrutar nuestro último año y no planificamos nada. No queríamos lastimarla a usted, ni a nuestro colegio."

La directora los escuchó atentamente y, después de un silencio, sonrió.

"Entiendo que desean vivir aventuras, pero es importante encontrar maneras de ser responsables mientras disfrutan. Propongo que realicemos una actividad especial para que todos los alumnos de su clase puedan vivenciar una aventura, pero dentro del colegio. ¿Qué les parece?"

"¡Es una gran idea!" exclamó Lucas.

Así, los amigos se emocionarón al pensar en un gran evento. Se unieron con sus compañeros y organizaron una búsqueda del tesoro en todo el colegio, donde todos podrían estar involucrados. Muchos llegaron a participar y la directora estuvo muy contenta con la idea. Aprendieron a trabajar en equipo y a disfrutar de las pequeñas cosas sin romper las reglas.

El gran día llegó y el colegio se llenó de risas y entusiasmo. Al final, todos fueron premiados con diplomas por su valiosa participación y aprendieron que lo más importante es disfrutar juntos, pero también respetar las normas. Los amigos sintieron una gran satisfacción y la directora los miró con orgullo.

"Lo hice para que aprendan lo valioso del trabajo en equipo y que siempre hay alternativas para disfrutar sin quebrantar las reglas" dijo la directora.

"Gracias, Sra. Gómez, aprendimos mucho de esto" respondió Sofía, sonriendo.

Así fue como Tomás, Sofía, Lucas y Eliana no solo estuvieron presentes en su graduación, sino que también aprendieron una gran lección sobre la responsabilidad y la importancia de la amistad. Y desde ese día, no sólo se convirtieron en los mejores amigos, sino también en los organizadores de muchas otras aventuras en el colegio, siempre dentro de los límites y las normas.

Y así, con la lección aprendida y un nuevo enfoque sobre la vida, los cuatro amigos se despidieron de la escuela, listos para enfrentar nuevos desafíos en el mundo que los esperaba.

FIN.

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