La Aventura del Zorro y el Conejo

Había una vez un astuto zorro que vivía en el bosque, siempre buscando maneras de cazar a su presa. Un día, mientras paseaba, vio a un pequeño conejo haciendo malabares con unas bellotas.

Intrigado por la destreza del conejo, el zorro dijo: "¡Qué talentoso sos! Si me enseñás, podríamos ser grandes amigos y compartir las comidas del bosque!" El conejo, que era muy amable y confiado, aceptó la oferta del zorro sin imaginar las intenciones que se escondían detrás de aquellas palabras.

"Me encantaría, pero primero necesitás prometerme que no harás nada malo con mis amigos del bosque", respondió el conejo con seriedad.

A medida que pasaban los días, el zorro y el conejo practicaban juntos.

Sin embargo, el zorro no podía controlar su naturaleza y un día decidió seguir con su viejo plan. "Es hora de un banquete, conejo. Hoy voy a cazar a un pajarito fácil de atrapar mientras vos sigas entretenido", dijo el zorro con una sonrisa traviesa.

Pero el conejo, que había aprendido a ser cauteloso, se dio cuenta de la trampa. "¡Pará! Si realmente querés ser mi amigo, de verdad no podés hacer eso.

La amistad significa cuidarse mutuamente, no aprovecharse uno del otro", le respondió el conejo. El zorro, sorprendido por la respuesta, sintió un remordimiento y, en lugar de cazar, decidió ayudar al conejo a proteger a los pájaros del bosque.

Desde ese día, el zorro aprendió el valor de la amistad y juntos disfrutaron de sus días, ayudando a los demás en lugar de cazar. Así, el astuto zorro se convirtió en un amigo leal y protector del bosque.