La aventura ecológica de la profesora Miriam y sus estudiantes



En un pequeño pueblo llamado Pomalca, la profesora Miriam veía con tristeza cómo la comunidad sufría a causa de la gran contaminación. Los vecinos dejaban todo tipo de residuos en la calle y los parques lucían descuidados y sucios. Miriam decidió hablar con sus estudiantes de siete años: Segundo, Marcelo, Dylan, Jacobo y Pablo sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.

Los niños escucharon atentamente a la profesora y se mostraron muy preocupados por la situación. Decidieron que debían hacer algo al respecto.

- ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestra comunidad? - preguntó Miriam.

- Podríamos organizar una limpieza en el parque. Sería divertido y así podríamos mantener limpio nuestro pueblo - sugirió Segundo con entusiasmo. Los demás estudiantes asintieron emocionados.

Al día siguiente, los niños se reunieron con guantes, bolsas de basura y mucha energía. Comenzaron a recoger todos los residuos que encontraban en el parque. A medida que limpiaban, más vecinos se unían a ellos. La noticia de la noble tarea de los niños se extendió rápidamente por el pueblo, despertando la conciencia de todos.

La profesora Miriam y sus estudiantes no solo limpiaron el parque, sino que también pintaron carteles para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente. Colocaron los carteles en lugares estratégicos del pueblo, compartiendo mensajes sobre la importancia de reciclar y mantener limpio el entorno.

Pronto, la actitud de la comunidad comenzó a cambiar. Los vecinos ya no arrojaban basura en la calle, y se organizaban para separar los residuos y reciclar. La profesora Miriam y sus valientes estudiantes habían logrado un impacto positivo en su comunidad.

Finalmente, Pomalca se convirtió en un pueblo limpio y ecológico, donde todos trabajaban juntos para cuidar el medio ambiente. La profesora Miriam y sus estudiantes demostraron que, con determinación y trabajo en equipo, es posible lograr grandes cambios.

FIN.

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