La Aventura en Arequipa



Era un día soleado en Arequipa, y Zoe, una niña amigable y valiente, salió de su casa con su fiel bulldog, Zeus. Juntos disfrutaban de explorar la ciudad y hacer nuevos amigos. Un día, mientras paseaban por el parque, escucharon unos llantos suaves provenientes de unos árboles.

"¿Escuchaste eso, Zeus?" - preguntó Zoe, con curiosidad.

"¡Guau!" - respondió Zeus, moviendo la cola emocionado.

Zoe, decidida a descubrir la fuente de los llantos, se acercó al árbol y vio a un pequeño pajarito que había caído de su nido.

"¡Oh, pobrecito!" - exclamó Zoe, con ternura. "¡No te preocupes, te ayudaré!"

Zoe miró a su alrededor y vio que el nido estaba muy alto.

"Zeus, creo que necesitamos encontrar una forma de subir hasta ahí. ¿Tenés alguna idea?"

"Guau..." - hizo Zeus, pensando.

Zoe se dio cuenta de que había un grupo de niños jugando cerca. Se acercó a ellos.

"¡Hola! ¿Me ayudan a subir a este árbol para poner al pajarito en su nido?"

Los niños, emocionados, vinieron para ayudarla. Juntos, hicieron una cadena humana, y uno de los más altos, Juan, logró alcanzar el nido y colocar al pajarito de nuevo.

"¡Lo logramos!" - gritaron todos con alegría.

"¡Gracias, amigos!" - dijo Zoe.

"¡Ahora el pajarito está a salvo!" - añadió Juan, sonriendo.

Contentos con su hazaña, Zoe y Zeus continuaron su paseo. Pero momentos después, escucharon un rugido extraño que provenía de un callejón.

"¿Qué fue eso?" - preguntó Zoe, intrigada.

"¡Guau!" - respondió Zeus, alerta.

Ambos se acercaron con cautela y encontraron a un pequeño león de peluche que estaba atrapado entre unas cajas.

"¡Oh, mirá! Es solo un peluche, pero se ve triste" - dijo Zoe mientras se agachaba.

"¿Cómo podemos ayudarlo?" - preguntó Zeus con voz ladrante.

Zoe pensó un momento.

"¡Ya sé! Vamos a darle un nuevo hogar. A cada niño le encantaría tenerlo de amigo. Tal vez podemos llevarlo al parque y esperar a que alguien lo adopte."

"¡Guau! Eso suena genial!" - ladró Zeus.

Zoe recogió el peluche y fueron al parque nuevamente. Allí, encontraron a un grupo de niños que estaban jugando con sus juguetes.

"¡Hola, chicos! ¿Alguien quiere un nuevo amigo?" - preguntó Zoe con una gran sonrisa.

Los ojos de los niños brillaron al ver el león de peluche. Todos comenzaron a acercarse.

"¡Yo!" - dijo Lucía, levantando la mano.

"¡Yo también lo quiero!" - gritó Tomás.

Zoe y Zeus rieron al ver la emoción de los niños.

"Este león necesita un hogar amoroso. ¡Lucía, lo puedes cuidar!" - le dijo Zoe mientras le entregaba el peluche.

"¡Gracias, Zoe!" - gritó Lucía, saltando de alegría.

Más tarde, mientras el sol comenzaba a esconderse, Zoe y Zeus se sentaron en una banca del parque, felices.

"¡Fue un gran día!" - exclamó Zoe.

"Guau, sí! Ayudamos al pajarito y encontramos un nuevo amigo para un niño. ¡Es increíble!" - ladró Zeus, satisfecho.

Zoe miró a su alrededor y vio a los niños riendo y jugando con el peluche. Se dio cuenta de que la amistad, la solidaridad y el amor por los demás son importantes.

"Siempre podemos hacer algo bueno por los demás, ¿no es así, Zeus?" - dijo Zoe.

"¡Guau! ¡Siempre!" - contestó Zeus, meneando su cola.

Y así, Zoe y Zeus volvieron a casa, sabiendo que juntos podían hacer del mundo un lugar mejor. Nunca subestimes el poder de un pequeño acto de bondad, porque, a veces, eso es lo que más necesita el mundo.

Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.

FIN.

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