La aventura en el bosque


Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, cinco amigos inseparables: Mane, Ezequiel, Nachito, Poncho y Pelota. Siempre se veían juntos en el parque del pueblo jugando fútbol y divirtiéndose.

Un día mientras jugaban al fútbol, la pelota salió volando muy lejos del parque y cayó en el bosque que estaba detrás. Los chicos decidieron ir a buscarla pero cuando llegaron al bosque se dieron cuenta de que estaba oscuro y no podían ver mucho.

"¿Qué hacemos ahora?", preguntó Nachito preocupado. "No sé", respondió Mane. "No podemos entrar sin saber qué hay adentro". "Tengo una idea", dijo Ezequiel. "Podemos hacer una fogata para iluminar el camino".

Los chicos siguieron la idea de Ezequiel y pronto hicieron una fogata grande que iluminaba todo el bosque. Empezaron a caminar hacia donde habían visto caer la pelota pero después de un rato se dieron cuenta de que estaban perdidos. "¡Estamos perdidos!", gritó Poncho asustado.

"No te preocupes", dijo Pelota tratando de calmarlo. "Vamos a encontrar nuestro camino". Después de caminar más tiempo encontraron un río muy ancho que les impedía avanzar. "¿Y ahora qué hacemos?", preguntó Nachito mirando preocupado el río.

"Puedo hacer un puente con algunos troncos", dijo Ezequiel mostrándoles los árboles cercanos. Así fue como Ezequiel construyó un puente improvisado con troncos y ramas. Los chicos cruzaron el río con cuidado y siguieron caminando hasta que finalmente encontraron la pelota.

"¡La encontramos!", gritó Mane emocionada. "Sí, lo logramos gracias a trabajar juntos", dijo Pelota sonriendo. Los amigos se dieron cuenta de que habían trabajado en equipo para superar los obstáculos del bosque y encontrar la pelota perdida.

Se abrazaron felices y regresaron al parque donde continuaron jugando al fútbol como siempre. Desde ese día, los chicos aprendieron que trabajando juntos podían superar cualquier desafío.

Y así, cada vez que enfrentaban un problema o dificultad recordaban su aventura en el bosque y sabían que podían contar con sus amigos para salir adelante.

Dirección del Cuentito copiada!