La aventura en el bosque de Clara y Tomás
Clara y Tomás eran dos niños muy curiosos y aventureros a quienes les encantaba explorar el bosque cercano a su casa. Un día, decidieron emprender una travesía por el bosque en busca de aventuras.
Llevaban consigo una bolsa de caramelos que su abuela les había regalado y estaban ansiosos por disfrutarla. Mientras caminaban, escucharon un sonido extraño. -¿Qué será eso? -preguntó Clara. -No lo sé, vamos a ver -respondió Tomás.
Siguiendo el sonido, encontraron a una cigüeña atrapada entre las ramas de un árbol. -Pobrecita cigüeña, parece que se lastimó una ala -dijo Clara. Decidieron ayudar a la cigüeña y con mucho cuidado lograron liberarla. La cigüeña, agradecida, les dijo: -Gracias por ayudarme.
Como recompensa, les contaré un secreto del bosque que los sorprenderá. Les indicó un camino que los llevaría a un hermoso claro lleno de flores de colores brillantes. Emocionados por la promesa de la cigüeña, Clara y Tomás emprendieron el camino.
Sin embargo, mientras caminaban, la bolsa de caramelos se les cayó sin que se dieran cuenta. Al llegar al claro, quedaron maravillados por la belleza de las flores.
Allí, la cigüeña les reveló el secreto del claro: cada vez que alguien plantaba una semilla de amor, florecían las hermosas flores. Clara y Tomás entendieron que el cuidado y la amistad eran como esas semillas, y decidieron plantar muchas más en el camino de regreso.
Lamentablemente, al regresar a casa, descubrieron que habían perdido la bolsa de caramelos. Estaban tristes, pero al recordar la hermosa aventura y la lección del claro, sintieron que habían ganado algo mucho más valioso.
A partir de ese día, visitaban el claro regularmente para cuidar y regar las flores, recordando siempre la importancia de ser amables y solidarios. Y aunque nunca recuperaron la bolsa de caramelos, Clara y Tomás sabían que la verdadera recompensa estaba en haber aprendido una gran lección.
FIN.