La Aventura en el Bosque de los Tamanos



Kailys y Jholy estaban sentadas bajo un árbol gigante en el Bosque de los Tamanos, donde todo era posible. Este bosque no era como cualquier otro.

- ¡Hola, chicos! - saludó Kailys con su voz alegre -. Hoy vamos a vivir una aventura increíble. ¿Están listos para explorar?

- ¡Sí! - gritaron los niños desde el otro lado del micrófono.

- ¡Perfecto! - continuó Jholy, moviendo su pelaje plateado. – Pero antes, tenemos que hablar sobre los diferentes tamaños de las cosas que vamos a encontrar aquí. ¿Saben qué es eso?

- ¡Sí! - dijo uno de los niños. – ¡Hay cosas grandes y pequeñas, como los árboles y las hormigas!

- Exacto! - respondió Kailys.

Las dos amigas comenzaron a caminar. Pronto llegaron a un claro donde había una enorme flor, casi del tamaño de Kailys.

- ¡Wow! ¡Miren esta flor! - exclamó Jholy. - ¿Pueden imaginarse cómo sería vivir en una casa hecha de pétalos de esta flor?

- Sí, sería hermosa, pero ¿no sería muy difícil encontrar comida? - preguntó otro niño.

- ¡Buena observación! - dijo Kailys. - Sería un reto, pero lo importante es que hay que ser imaginativos para resolver los problemas.

Mientras seguían caminando, se encontraron con una familia de ardillas. Eran tan pequeñas que Kailys casi no las vio.

- ¡Miren! - dijo Jholy emocionada. - ¿Cuántas ardillas hay?

- Una, dos, tres… ¡Cuatro! - contaron los niños.

- Y se ven muy rápidas – agregó Kailys .- Las ardillas viven en los árboles y siempre están buscando nueces. ¿Pero saben que las ardillas también pueden ser muy curiosas? ¡Déjenme contarles lo que pasó hace unos días!

- ¡Sí! - gritaron los niños.

- Pues resulta que una ardilla, a la que llamamos Tita, decidió que quería ver cómo era la vida en la cima de un árbol gigante. Así que subió, subió, y cuando llegó a la cima, se dio cuenta de que ¡era mucho más emocionante de lo que pensaba! Pero en ese momento, un viento fuerte la empujó y tuvo que aprender a volver a su hogar.

- ¡Ay, pobrecita! ¿Qué hizo? - preguntaron los niños en un susurro.

- Tita se acordó de que en su hábitat hay otras ardillas que pueden ayudarla. Así que gritó: “¡Ayuda! Necesito una cuerda! ”. Sus amigos, al escucharla, le lanzaron un pedazo de liana que usaron para ayudarla a bajar.

- ¡Qué valientes! - destacó un niño. - Eso muestra que siempre debemos ayudar a nuestros amigos.

- ¡Exactamente! - dijo Jholy. - Y además aprendieron que, aunque una cosa pequeña como una ardilla puede tener grandes sueños, siempre hay que tener cuidado al explorarlos.

- ¡Sigue contándonos más! - pidieron los niños.

- Muy bien, - respondió Kailys con una sonrisa. - Después de volver a su hogar, Tita decidió que necesitaba aire fresco, pero esta vez se quedó en la parte media del árbol, donde hay un lugar seguro. Allí vio a un grupo de ranas grandes verdes saltando de hoja en hoja.

- ¿Ranas? - Jholy movió las orejas emocionada. - ¿Estaban haciendo una fiesta?

- ¡Sí! - Kailys asintió. - Cuando Tita decidió unirse a la diversión, ¡todas las ranas comenzaron a cantar! Decían: “¡Saltar y brincar, es lo mejor para soñar! ”

- ¡Me encanta saltar! - exclamó una niña. - ¿Y qué hizo Tita?

- Tita se dio cuenta de que la alegría de sus amigos era contagiosa y que incluso en su aventura había momentos para compartir risas. Así que decidió hacer una danza graciosa con las ranas.

- ¡Qué divertido! - rieron los niños. - ¿Tuvieron una gran fiesta?

- ¡Sí! - dijo Kailys con entusiasmo. - Y al terminar, Tita entendió que los mejores momentos son aquellos compartidos con amigos, y que el tamaño no importa cuando se trata de disfrutar de la vida.

Finalmente, Kailys y Jholy miraron a sus amigos a través del micrófono.

- ¿Qué aprendimos hoy, chicos? - preguntó Kailys.

- Que todos podemos soñar en grande, no importa el tamaño de nuestros cuerpos; lo importante es tener valor y también amigos que nos apoyen. - respondieron al unísono.

- ¡Exactamente! - rió Jholy. - Y también que cada uno de nosotros es importante en su propio hábitat.

- Ahora es su turno de imaginar su propio cuento. Los invitamos a escribir una aventura sobre un animalito que quiere explorar su mundo. A recordar que, aunque haya obstáculos, siempre pueden contar con su imaginación y sus amigos. ¡Hasta la próxima! - concluyó Kailys llevando a todos al final de su mágica aventura.

FIN.

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