La aventura en el bosque encantado
Un día, Julieta y Tomás decidieron explorar el bosque cercano a su casa. Después de caminar un rato, encontraron un hermoso lago rodeado de árboles frondosos. "¡Mira Julieta! ¡Qué hermoso lago!", dijo Tomás emocionado.
"Sí, es precioso", respondió Julieta admirada. Decidieron acercarse al agua para ver si podían encontrar algún pez o alguna rana. Pero cuando se acercaron al borde del lago, algo extraño sucedió: una luz mágica los envolvió y los transportó a otro lugar.
Cuando abrieron los ojos, se dieron cuenta de que estaban en medio de un campo lleno de flores gigantes y animales extraños.
Había una jirafa con manchas rosadas y moradas, un elefante con orejas en forma de corazón y un león con melena azul. "¿Dónde estamos?", preguntó Julieta asombrada. "No lo sé", respondió Tomás mirando a su alrededor. "Pero esto es increíble".
De repente, apareció una mariposa gigante que se posó sobre la nariz de Julieta y comenzó a hablarles:"Hola niños. Bienvenidos al mundo mágico". Los niños no podían creer lo que estaban viendo.
La mariposa les explicó que habían sido transportados allí por la magia del lago porque eran unos niños especiales capaces de descubrir el secreto del bosque encantado. "¿Nosotros? ¿Especiales?", preguntó Julieta sorprendida. "Sí", dijo la mariposa. "Solo los niños con imaginación y valentía pueden descubrir el secreto del bosque".
Los niños no estaban seguros de saber qué hacer, pero decidieron explorar el campo de flores gigantes y buscar pistas sobre cómo descubrir el secreto del bosque. Después de caminar un rato, encontraron una cueva escondida detrás de una cascada.
Dentro de la cueva había un camino que conducía a lo desconocido. "¿Deberíamos entrar?", preguntó Tomás mirando hacia adentro. "¡Sí! ¡Vamos!", dijo Julieta emocionada. Mientras caminaban por el camino oscuro, se dieron cuenta de que había algo brillante en la pared.
Era una llave dorada con inscripciones mágicas que decían: "La llave para abrir el corazón del bosque encantado". Los niños sabían que habían encontrado algo importante. Decidieron llevar la llave consigo y continuar su búsqueda.
Finalmente llegaron al final del camino y se encontraron frente a un árbol enorme con raíces entrelazadas en forma de corazón. La llave dorada parecía encajar perfectamente en una cerradura tallada en la corteza del árbol. Tomás temblaba mientras abría la cerradura con cuidado.
De repente, las raíces comenzaron a moverse y se separaron para revelar un pasaje secreto hacia otro mundo mágico dentro del bosque encantado. Los niños entraron al pasaje secreto sin pensarlo dos veces y descubrieron un jardín lleno de hadas, duendes y unicornios mágicos.
"¡Miren! ¡Es el corazón del bosque!", exclamó Julieta señalando hacia un árbol gigante con hojas doradas y ramas entrelazadas que parecían latir como un corazón. Los niños sabían que habían descubierto el secreto del bosque encantado.
La mariposa gigante apareció de nuevo para felicitarlos por su valentía y coraje. "Ustedes son los verdaderos héroes de este mundo mágico", dijo la mariposa antes de desaparecer en una nube de polvo mágico.
Los niños se sintieron orgullosos y felices de haber encontrado el secreto del bosque encantado. Sabían que eran especiales por ser valientes, imaginativos y curiosos. Y prometieron seguir explorando nuevos mundos llenos de aventuras y magia.
