La Aventura en el Campo

Un día, Benjamin y su papá se prepararon para ir de excursión al campo. Llevaron sus mochilas con agua, comida y todo lo necesario para pasar un día divertido en la naturaleza.

Cuando llegaron al campo, Benjamin vio a los caballos corriendo libremente por el prado. "-¡Papá, quiero montar a caballo!" exclamó Benjamin emocionado. "-Claro hijo, pero primero debemos encontrar uno que sea adecuado para ti" respondió su papá.

Después de buscar por un rato, encontraron un caballo tranquilo y amigable llamado Pegaso. Benjamin se acercó lentamente a Pegaso y le dio una zanahoria como muestra de amistad. Pegaso la comió feliz mientras Benjamin acariciaba suavemente su cabeza.

"-¿Quieres montar a Pegaso?" preguntó el dueño del caballo. Benjamin asintió emocionado y subió en el lomo del animal con ayuda de su papá. Mientras galopaban por el campo juntos, Benjamin sentía que volaba sobre las nubes.

El viento movía sus rizos dorados mientras reía a carcajadas. Sin embargo, de repente Pegaso comenzó a correr descontroladamente hacia un barranco peligroso. El corazón de Benjamin latía más fuerte que nunca mientras intentaba controlar al caballo pero no podía hacerlo solo.

"-¡Ayuda papá! ¡No puedo pararlo!" gritó desesperadamente. Su papá corrió detrás del caballo hasta alcanzarlo y logró frenarlo justo antes del borde del barranco. Ambos estaban temblando por la experiencia y Benjamin se sintió muy asustado.

"-¿Estás bien hijo?" preguntó su papá preocupado. "-Sí, gracias a ti papá" respondió Benjamin con lágrimas en los ojos. Su papá lo abrazó fuerte y le explicó que montar a caballo es una actividad divertida pero también peligrosa si no se toman las precauciones necesarias.

Le enseñó cómo controlar al caballo y le recordó la importancia de siempre estar alerta al montar. A partir de ese día, Benjamin aprendió a respetar a los animales y a ser más cuidadoso en sus aventuras.

Siempre recordaría el día en que su papá lo salvó del peligro mientras galopaban juntos por el campo.