La Aventura en el Campo



Era un soleado día en el campo y un grupo de cinco amigos: Tomi, Luli, Javi, Mica y Nico, decidió ir a explorar un bosque cercano a su casa. La emoción era palpable.

"¡Vamos a buscar tesoros!" - dijo Javi, con una gran sonrisa.

"O podemos hacer una casa en el árbol" - sugirió Luli, ya imaginándose el lugar perfecto.

Así, los cinco comenzaron su aventura. Se internaron en el bosque, riendo y jugando. Pronto, encontraron un viejo árbol caído que parecía ser el sitio ideal para construir su casa.

"¡Es perfecto!" - exclamó Mica, saltando de alegría.

Comenzaron a recolectar ramas y hojas, pero mientras trabajaban, surgieron algunos desacuerdos.

"Yo quiero que la puerta esté aquí" - dijo Nico, apuntando a una parte del árbol.

"¡No! ¡Debería estar del otro lado!" - protestó Tomi, cruzando los brazos.

La discusión escaló rápidamente y de repente, los niños comenzaron a pelearse.

"¡No me toques!" - gritó Luli, empujando a Javi.

"¡Esto es culpa tuya!" - respondió Javi, furioso.

Al ver que la situación se estaba saliendo de control, Mica decidió intervenir.

"¡Espera!" - gritó. "¿No estamos aquí para divertirnos? Esta pelea no nos llevará a nada."

Los demás se quedaron en silencio, dándose cuenta de que, en realidad, estaban olvidando lo que realmente importaba: su amistad. Sin embargo, la pelea había dejado una atmósfera tensa.

Después de un rato de silencio, Nico habló:

"Tal vez deberíamos dividirnos y hacer dos casas. Así cada uno puede hacer lo que quiera."

"No, eso no funcionará. Estamos aquí juntos y debemos encontrar una solución juntos" - sugirió Luli, calmando los ánimos.

Tomando un respiro, los niños se sentaron en círculo y pusieron en común sus ideas. Así, después de discutir pacíficamente, decidieron crear una casa en el árbol que tuviera dos entradas: una para Nico y otra para Tomi. De esa manera, ambos podrían tener su espacio.

Comenzaron a trabajar juntos, esta vez con mejor ánimo. Rieron y se ayudaron mutuamente a construir la casa. Luli y Javi decoraron el interior con flores y hojas, mientras que Mica se encargó de hacer una bandera con el nombre de su grupo: "Los Aventura Amistosos".

La casa se convirtió en un lugar mágico y único, donde todos los niños podían jugar y tener sus propios espacios. Al final, se pusieron de acuerdo en un plan:

"Vamos a turnarnos para usar la casa" - dijo Mica, aún con la sonrisa en el rostro.

"¡Sí, eso suena genial!" - respondió Javi, aunque todavía un poco avergonzado por la pelea.

Al finalizar el día, se sentaron todos juntos en los escalones de su nueva casa y miraron el atardecer.

"Lo importante es que estamos juntos, ¿no?" - dijo Tomi, sintiéndose orgulloso de su trabajo en equipo.

"Sí, y aprendimos a resolver nuestros problemas juntos" - concluyó Nico.

Desde ese día, los cinco amigos se volvieron más unidos que nunca y recordaron siempre que, aunque haya problemas y diferencias, la amistad y el trabajo en equipo siempre deben prevalecer. Así, se fueron a casa con la satisfacción de haber creado algo único y haber superado juntos sus diferencias.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

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