La aventura en el edificio grande
En una hermosa ciudad, vivían cuatro amigos muy traviesos: Aryton, Jonas, Thiago y Camilo. Un día, decidieron hacer una divertida excursión al edificio más grande de la ciudad.
Mientras caminaban por las calles, Aryton y Jonas empezaron a discutir sobre quién se quedaría a cuidar de los niños que jugaban en el parque. "Yo quiero quedarme con los niños, soy el mejor cuidándolos", dijo Aryton. "Pero yo también soy muy bueno con ellos, ¡no serás el único!", respondió Jonas.
Thiago, que siempre encontraba la forma de divertirse, se distrajo con el olor delicioso que provenía de una papá fritas. "¡Miren amigos, papá fritas! ¡No puedo resistirme!", exclamó Thiago mientras se alejaba corriendo para comprar algunas.
Mientras tanto, Camilo, quien siempre había soñado con ser un superhéroe, estaba ocupado tratando de calmarse antes de enfrentar su miedo a las alturas. "Tranquilo, Camilo, puedes hacerlo", se decía a sí mismo mientras intentaba ignorar el vértigo que sentía.
De repente, un hombre llamado Canservero se acercó a ellos, diciendo que necesitaba ayuda para encontrar su perro perdido en el edificio más grande de la ciudad. Los cuatro amigos, emocionados por la posibilidad de vivir una aventura, decidieron ayudarlo.
Subieron al edificio y recorrieron cada rincón en busca del perrito perdido, enfrentando desafíos y obstáculos que pusieron a prueba su ingenio y valentía. Finalmente, lograron encontrar al perro y se convirtieron en héroes del día.
Aprendieron que trabajar en equipo y superar los miedos los había llevado a vivir una aventura inolvidable.
Al regresar al suelo, se dieron cuenta de que, al unirse, pudieron cuidar a los niños, disfrutar de unas deliciosas papá fritas, enfrentar el miedo a las alturas y ayudar a Canservero, convirtiéndose en una lección valiosa para toda la vida.
FIN.