La aventura en el jardín de Keli


Keli era una niñera muy especial. Siempre estaba llena de energía y tenía mil ideas para entretener a los niños a los que cuidaba.

Un día, llegó a la casa de la familia Pérez para cuidar a Martín y Sofía, dos hermanitos traviesos y curiosos. - ¡Hola chicos! ¿Cómo están hoy? -saludó Keli con una sonrisa mientras entraba a la casa. - ¡Hola Keli! Estamos bien, ¿qué vamos a hacer hoy? -preguntó Martín emocionado.

- Bueno, hoy les tengo preparada una sorpresa muy especial. Vamos a hacer un safari en el jardín de su casa -respondió Keli con misterio en sus ojos. Los niños se miraron emocionados y rápidamente se pusieron manos a la obra.

Con binoculares hechos de cartón, sombreros de exploradores y mucha imaginación, comenzaron su gran aventura por el jardín. Descubrieron insectos interesantes, pájaros cantando en los árboles y plantas exóticas.

- ¡Miren ese pájaro azul tan bonito! -exclamó Sofía señalando hacia un árbol cercano. De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del arbusto más grande del jardín. Con valentía, se acercaron despacito y descubrieron que era un gatito perdido que maullaba pidiendo ayuda. - ¡Pobrecito! Debe estar asustado.

Tranquilo gatito, nosotros te ayudaremos -dijo Martín con ternura mientras lo acariciaba suavemente. Keli les enseñó cómo cuidar al gatito perdido: le dieron agua y comida, lo abrigaron con una mantita y le construyeron una pequeña casita improvisada en el jardín.

El gatito ronroneaba feliz entre los tres nuevos amigos que había encontrado. Al caer la tarde, decidieron regresar al interior de la casa. Los niños estaban felices por haber vivido una aventura tan emocionante junto a Keli.

- Keli, gracias por este día tan increíble. Nunca olvidaremos nuestro safari en el jardín -dijeron Martín y Sofía abrazando a su querida niñera. - Ustedes también hicieron este día especial con su valentía y generosidad hacia el gatito perdido.

Recuerden siempre que las aventuras más grandiosas pueden estar justo fuera de nuestra puerta -respondió Keli con cariño mientras se despedían hasta la próxima vez.

Y así terminó un día inolvidable lleno de descubrimientos, amistad y bondad gracias a la maravillosa niñera llamada Keli.

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