La aventura en el salón de lava



En el colegio San Martín, ubicado en pleno corazón de Buenos Aires, se organizaba una fiesta para celebrar el fin de año escolar.

Todos los alumnos estaban emocionados y ansiosos por disfrutar de una noche llena de diversión y risas. Entre los asistentes se encontraban Valentina, Pedro, Sofía y Mateo, cuatro amigos inseparables que siempre estaban dispuestos a vivir aventuras juntos.

La fiesta estaba en su apogeo cuando de repente alguien gritó: "¡El piso es lava!"Todos los presentes se miraron sorprendidos y comenzaron a reír, pero pronto se dieron cuenta de que era verdad. El suelo del salón se había convertido en un mar de lava hirviente y debían buscar la manera de mantenerse a salvo.

Valentina fue la primera en reaccionar. Recordó un juego que solían jugar en el parque y les dijo a sus amigos: "- ¡Tenemos que encontrar algo para saltar! Busquemos sillas o mesas.

"Pedro asintió con entusiasmo y junto con Sofía y Mateo empezaron a buscar objetos para usar como plataforma. Mientras tanto, otros compañeros corrían desesperados tratando de no tocar el suelo ardiente.

Con ingenio y trabajo en equipo, lograron crear un camino seguro hacia la salida del salón. Pero justo cuando estaban por llegar a la puerta, escucharon llantos provenientes del rincón más alejado. Era Lucas, un niño tímido que siempre estaba solo en las reuniones sociales.

Estaba paralizado por el miedo y no sabía cómo unirse al grupo para escapar del peligro. Valentina se acercó a él con una sonrisa cálida y le tendió la mano: "- ¡Vamos Lucas! ¡Puedes hacerlo! Salta hacia acá.

"Con valentía, Lucas dio un salto confiado hacia Valentina y logró alcanzarla sano y salvo. Los aplausos resonaron en todo el salón mientras seguían avanzando hacia la salida. Finalmente, todos lograron salir ilesos del salón convertido en lava gracias al trabajo en equipo y la solidaridad entre amigos.

Afuera los esperaba un hermoso patio decorado con luces brillantes donde pudieron seguir disfrutando de la fiesta hasta altas horas de la noche.

Desde ese día, Valentina, Pedro, Sofía, Mateo y Lucas aprendieron que enfrentando los desafíos juntos podían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Y así continuaron viviendo nuevas aventuras llenas de amistad e ingenio en cada rincón del colegio San Martín.

FIN.

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