La aventura en la cabaña del acantilado



Había una vez tres amigos, Martín, Sofía y Juan, que decidieron pasar un fin de semana en una cabaña en lo alto de un acantilado.

Llegaron en medio de una lluvia torrencial, pero eso no les impidió emocionarse por la aventura que les esperaba. La cabaña era acogedora, con una hermosa vista al mar desde lo alto del acantilado. Pasaron la tarde jugando juegos de mesa y riendo. -¡Qué divertido es estar aquí con ustedes! -exclamó Sofía.

De repente, mientras cenaban, un terremoto sacudió la cabaña. Los amigos sintieron miedo, pero se mantuvieron unidos. Decidieron salir de la cabaña y buscar un lugar más seguro. La lluvia no daba tregua, y el acantilado se veía peligroso.

-¡Tenemos que encontrar refugio! -gritó Martín. Con valentía, buscaron una cueva cercana y se resguardaron allí. Mientras esperaban que pasara el peligro, recordaron las lecciones de seguridad en caso de desastres naturales que habían aprendido en la escuela.

Luego de un rato, el terremoto cesó. Los amigos salieron de la cueva y regresaron a la cabaña, encontrándola en mal estado pero aún en pie. Decidieron recoger sus cosas y regresar a casa.

En el camino, hablaron sobre la importancia de estar preparados para situaciones de emergencia y sobre el valor de la amistad en momentos difíciles. La experiencia los unió aún más, y prometieron seguir haciendo aventuras juntos, pero esta vez tomando mayores precauciones.

Al final, aprendieron que la valentía, la unión y la preparación son fundamentales para enfrentar los desafíos que la vida les ponga por delante.

FIN.

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