La aventura en la cabaña del acantilado



Martina y Sofía eran dos grandes amigas que disfrutaban de la naturaleza. Un día, decidieron aventurarse a pasar un fin de semana en una cabaña ubicada en lo alto de un acantilado, lejos de la bulliciosa ciudad.

Cuando llegaron, la lluvia comenzó a caer con fuerza, pero las valientes amigas decidieron quedarse y disfrutar de la naturaleza. La cabaña era acogedora, con grandes ventanas que permitían contemplar el paisaje. "¡Qué emocionante aventura, Sofía!" exclamó Martina mientras veían caer la lluvia.

"Sí, es genial estar lejos de la ciudad y en medio de la naturaleza", respondió Sofía. A medida que caía la noche, la oscuridad se hizo más intensa y la lluvia no daba tregua.

Las amigas encendieron la chimenea y comenzaron a contar historias de aventuras pasadas. De repente, escucharon un ruido extraño afuera. "¿Qué será eso?" preguntó Martina, asustada. Decidieron asomarse por la ventana y descubrieron que un pequeño zorro estaba atrapado en una grieta del acantilado.

Sin dudarlo, las amigas decidieron ayudarlo. Utilizando sogas y palos, lograron rescatar al zorro y curar sus heridas. Agradecido, el zorro les mostró un camino secreto que las llevó a un hermoso jardín escondido en el acantilado.

Allí, encontraron flores de colores brillantes y mariposas exóticas. "¡Es asombroso!" exclamaron al unísono. Al regresar a la cabaña, la lluvia había cesado y el cielo se despejaba.

Martina y Sofía se dieron cuenta de que la verdadera aventura no había estado en el acantilado, sino en la valentía de enfrentarse a lo desconocido. Decidieron visitar el jardín secreto cada vez que necesitaran un recordatorio de que la naturaleza siempre guarda sorpresas maravillosas.

Finalmente, regresaron a la ciudad con el corazón lleno de gratitud por la amistad y la belleza de la naturaleza.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!