La aventura en la casa abandonada



Mili, Mai y Chiari eran tres amigas muy curiosas y valientes. Un día, decidieron explorar la casa abandonada que estaba al final de la calle. Las ventanas estaban rotas, las puertas chirriaban y el jardín estaba cubierto de maleza.

Las chicas se miraron entre ellas, y con valentía decidieron entrar. La casa estaba oscura y polvorienta, pero eso no las detuvo.

- ¿Están seguras de que queremos hacer esto? - preguntó Mili, un poco asustada.

- ¡Claro que sí! Será emocionante - respondió Mai con entusiasmo.

- Sí, y quién sabe qué cosas interesantes podremos encontrar - agregó Chiari.

Caminaron por los pasillos, mirando a su alrededor con curiosidad. De pronto, escucharon un ruido.

- ¿Qué fue eso? - preguntó Mai, nerviosa.

- Tranquilas, tal vez solo sea el viento - intentó calmarlas Mili.

Pero las chicas decidieron investigar. Descubrieron que el ruido venía del desván. Subieron con cuidado las escaleras y abrieron la puerta con lentitud. Lo que vieron las dejó sin aliento: era un nido de pájaros abandonado.

- ¡Miren qué bonito! - exclamó Chiari, maravillada.

- Sí, es como si los pájaros hubieran hecho de esta casa su hogar - comentó Mai con ternura.

Las tres amigas se dieron cuenta de que, aunque la casa estuviera abandonada, aún podía albergar belleza y maravillas. Decidieron limpiar el nido con cuidado y reunir ramitas y hojas para que los pájaros puedan volver.

A partir de ese día, Mili, Mai y Chiari visitaron la casa abandonada regularmente para asegurarse de que los pájaros estuvieran bien. Descubrieron que, a veces, la belleza y la magia pueden encontrarse en los lugares menos esperados. Y, sobre todo, aprendieron que con valentía y curiosidad, se pueden vivir aventuras inolvidables.

FIN.

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