La aventura en la casa de Mirko



Érase una vez en un pequeño pueblo escondido entre árboles frondosos, vivían tres niños llamados Sofía, Mateo y Martina. Un día, mientras exploraban el bosque, se encontraron con una casa misteriosa.

La casa pertenecía a Mirko, un anciano solitario que era conocido por ser un poco gruñón. Los niños siempre habían escuchado historias sobre Mirko y su casa, y decidieron que era el momento perfecto para explorarla.

Con valentía, se adentraron en la casa, que estaba llena de objetos antiguos y polvorientos. De repente, escucharon una voz ronca que venía desde el interior de la casa. -¿Quiénes son ustedes y qué hacen en mi casa? -gritó Mirko. Los niños, un poco asustados, le explicaron que solo estaban explorando.

Mirko, sorprendido por la valentía de los niños, decidió contarles la historia de cada objeto en su casa y les enseñó cómo funcionaban. Los niños escucharon fascinados las historias de Mirko y aprendieron muchas cosas interesantes.

Al final, los niños se despidieron de Mirko, agradeciéndole por compartir su conocimiento con ellos.

Desde ese día, Mirko y los niños se convirtieron en amigos, y cada vez que los niños exploraban el bosque, pasaban a visitar a su nuevo amigo, quien les enseñaba algo nuevo en cada visita.

FIN.

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