La Aventura en la Ciudad Flotante
Había una vez, en un rincón olvidado del mundo, una ciudad que flotaba entre las nubes. Era conocida como Nuvopolis, un lugar mágico donde los edificios eran de cristal y las calles estaban hechas de suaves nubes esponjosas. En este curioso lugar vivían muchos niños y niñas, pero especialmente se destacaba una pequeña llamada Lila, que tenía una curiosidad insaciable.
Un día, mientras exploraba el mercado de las nubes, Lila escuchó una conversación sobre un misterioso faro que guiaba a los barcos voladores. "Dicen que el faro está custodiado por un dragón de fuego"-, susurró una niña a su lado. "Pero, si lo llegás a encontrar, tendrás que ser muy valiente"-, agregó un niño. La emoción de la aventura llenó a Lila y decidió que debía encontrar ese faro.
"¡Voy a buscarlo!"- exclamó, con determinación.
Lila se preparó para su gran aventura. Se puso su capa de nube, que le permitía flotar como si estuviera volando, y se despidió de su mamá. "Ten cuidado, querida"-, le dijo su madre, con una mezcla de temor y orgullo.
Lila comenzó su viaje volando sobre hermosos paisajes de nubes de algodón y arcoíris brillantes. En su camino, se encontró con un grupo de aves parlantes. "¿Hacia dónde vas, pequeña?"- le preguntó una de ellas.
"Voy en busca del faro custodiado por el dragón de fuego"-, respondió Lila.
"Ten cuidado, ese dragón puede ser muy feroz"-, advirtió otra ave.
Pero Lila no se dejó intimidar. Sabía que tenía que ser valiente. Mientras avanzaba, el camino se volvió más complicado. Las nubes comenzaron a oscurecerse y el viento soplaba con más fuerza.
Finalmente, después de un largo y desafiante trayecto, Lila llegó a las puertas del misterioso faro. El dragón de fuego emergió, llamando la atención con su resplandeciente cola y ojos brillantes.
"¿Quién osa acercarse a mi faro?"- rugió el dragón.
Lila respiró profundamente. "Soy Lila y he venido a buscar el faro. Los barcos voladores lo necesitan para navegar correctamente"-. El dragón pareció sorprenderse por su valentía.
"¿No tienes miedo?"- preguntó con curiosidad.
Lila sonrió. "No, porque sé que lo que llevo en mi corazón es más fuerte que cualquier miedo"-. El dragón, tocado por su coraje, decidió revelarle un secreto.
"Este faro no solo guía a los barcos. También guía a aquellos que buscan el conocimiento. Si eres capaz de resolver tres acertijos, te daré la luz que necesitas para ayudar a los barcos voladores".
Lila aceptó el desafío. El dragón comenzó a plantear los acertijos, uno tras otro. Con cada respuesta correcta, el corazón de Lila brillaba más fuerte. Después del tercer acertijo, el dragón sonrió.
"Eres realmente muy inteligente y valiente, pequeña. Aquí tienes tu luz"-, dijo mientras le entregaba una luminosa esfera de energía.
Lila regresó a Nuvopolis, donde todos la esperaban con entusiasmo. "¿Lo lograste?"- le preguntó su madre.
"Sí, encontré el faro y el dragón me ayudó. Ahora los barcos podrán navegar sin problemas"-, respondió Lila, llena de orgullo.
Desde ese día, Nuvopolis brilló más que nunca, gracias a la luz del faro y al coraje de una pequeña niña que demostró que no hay aventura demasiado grande si uno tiene valentía y un corazón lleno de amor por los demás.
Y así, Lila se convirtió en la heroína de la ciudad flotante, inspirando a todos a enfrentar sus miedos y a buscar siempre la luz que hay dentro de cada uno de ellos.
FIN.