La aventura en la huerta de Murcia



Había una vez en la hermosa región de Murcia, un grupo de amigos muy curiosos y aventureros: Martina, Lucas y Sofía. Les encantaba explorar juntos los rincones más fascinantes de su ciudad y aprender cosas nuevas cada día.

Un soleado sábado por la mañana, decidieron emprender una emocionante excursión a la famosa huerta de Murcia. Se pusieron sus sombreros, agarraron sus mochilas y partieron rumbo a la aventura.

Al llegar allí, se quedaron maravillados por la cantidad de árboles frutales y hortalizas que veían a su alrededor. - ¡Wow! ¡Miren todas esas plantas tan coloridas y hermosas! -exclamó Martina emocionada. - Sí, es increíble lo que podemos encontrar en la huerta de Murcia -agregó Lucas con entusiasmo.

Decididos a descubrir más sobre los productos locales, se adentraron entre las filas de naranjos y limoneros. De repente, escucharon un ruido proveniente de un pequeño arbusto.

Con cuidado se acercaron y descubrieron a un simpático conejito que estaba perdido. - ¿Hola? ¿Estás perdido? -preguntó Sofía con ternura. El conejito asintió con tristeza, así que los amigos decidieron ayudarlo a encontrar el camino de vuelta a casa.

Guiados por el conejito, llegaron hasta una pequeña casita donde vivía Don Antonio, un amable agricultor que cuidaba con mucho cariño la huerta. - ¡Bienvenidos chicos! ¿Cómo puedo ayudarlos? -saludó Don Antonio con una sonrisa cálida.

Los amigos le contaron sobre el conejito perdido y Don Antonio les explicó que se llamaba Pancho y era su mascota.

Agradecidos por haberlo encontrado sano y salvo, Don Antonio invitó a los niños a recorrer juntos la huerta mientras les contaba todo sobre los diferentes productos locales que cultivaba: desde las deliciosas naranjas hasta las jugosas sandías. Emocionados por aprender tanto sobre la huerta de Murcia, los amigos no podían creer toda la diversidad de frutas y verduras que crecían allí.

Al finalizar el recorrido, Don Antonio les regaló a cada uno una cesta llena de productos frescos para llevar a casa. - ¡Muchas gracias por enseñarnos tanto hoy! Prometemos volver pronto para seguir aprendiendo -dijeron los amigos emocionados.

Con las cestas repletas en mano, Martina, Lucas y Sofía regresaron a casa felices y llenos de gratitud por haber tenido la oportunidad de conocer mejor la maravillosa huerta de Murcia gracias al amable Don Antonio y su fiel amigo Pancho.

Y así terminó este día inolvidable lleno de descubrimientos en medio del campo murciano.

FIN.

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