La aventura en las sierras




Había una vez tres pequeños amigos llamados Martín, Sofía y Tomás, que estaban de vacaciones en una hermosa casa de campo en las sierras. La casa estaba rodeada de árboles frondosos, y a tan solo cien metros se encontraba un arroyo cristalino donde los patos nadaban alegremente. Además, en la granja cercana, podían ver caballos, vacas, gallinas y conejos. Un día, mientras exploraban los alrededores, encontraron un camino que los conducía al arroyo.

- ¡Miren ese arroyo, parece un lugar perfecto para jugar y refrescarnos! - exclamó Sofía emocionada.

- ¡Sí, podríamos construir barcos de papel y hacer carreras! - agregó Tomás con entusiasmo.

- ¡Y también podríamos observar a los patos y aprender sobre la naturaleza! - propuso Martín con una sonrisa.

Decidieron pasar el día junto al arroyo y disfrutar de la hermosa naturaleza que los rodeaba. Mientras jugaban, vieron a un patito que parecía tener dificultades para nadar. Rápidamente, corrieron hacia él para ayudarlo. Al acercarse, se dieron cuenta de que el patito tenía una pata lastimada.

- Pobrecito, parece que se lastimó. Debemos ayudarlo - dijo Sofía con preocupación.

- ¡Tal vez podamos llevarlo a la granja para que lo cuiden! - sugirió Tomás emocionado.

- ¡Sí, vamos a pedir ayuda a los granjeros! - exclamó Martín decidido.

Los tres amigos tomaron al patito con cuidado y corrieron hacia la granja. Al llegar, explicaron la situación a los granjeros, quienes les agradecieron por traer al patito y se comprometieron a cuidarlo y curarlo. Los amigos se sintieron felices de haber podido ayudar al pequeño patito.

A partir de ese día, visitaban al patito todos los días para asegurarse de que estuviera bien. Aprendieron mucho sobre la importancia de cuidar a los animales y el respeto hacia la naturaleza. Además, los granjeros les enseñaron sobre el ciclo de vida de los patos y otros animales de granja.

Finalmente, llegó el momento de regresar a casa, pero los tres amigos siempre recordarían su aventura en las sierras y el hermoso aprendizaje que obtuvieron. Prometieron seguir cuidando y respetando a los animales y la naturaleza en su vida cotidiana.

Y así, la amistad y la compasión los acompañaron para siempre.

FIN.

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