La Aventura Espacial de la Caca Triste



Había una vez, en un baño muy curioso, una caca que vivía en un inodoro. Esta caca no era una caca cualquiera; era una caca muy especial y sentía que su vida era un poco aburrida y triste. Todos los días, veía cómo los chicos y chicas entraban al baño, hacían lo que tenían que hacer, y luego la dejaban sola.

Un día, mientras flotaba en sus pensamientos, la caca decidió que necesitaba un cambio. "¡Quiero ver el mundo!"- exclamó. De repente, sintió un cosquilleo mágico y, en un abrir y cerrar de ojos, se encontró levitando en el aire. "¿Qué está pasando?"- se preguntó. ¡Era un viaje astral!

De pronto, la caca se encontró en un lugar brillante, lleno de estrellas y planetas de colores. Las luces danzaban a su alrededor y la caca se sintió emocionada. "¡Esto es increíble!"- dijo. Empezó a girar y a volar entre los astros, disfrutando de cada segundo de su nueva aventura.

Mientras exploraba este universo, la caca se dio cuenta de que no estaba sola. Un grupo de estrellas brillantes la rodeaba. "¡Bienvenida a nuestro cónclave!"- dijo una estrella chispeante, "Soy Luminosa. ¿Qué te trae por aquí?"-

"Soy una caca triste que quería ver el mundo. Estoy cansada de estar en el inodoro todo el tiempo."- respondió, un poco tímida.

"No te preocupes, amiga. Todos tenemos un propósito y tú también lo tienes. Al igual que nosotros, cada parte del mundo tiene su lugar y su valor,"- dijo Luminosa. "Tu viaje tiene un significado, y aunque en la Tierra piensen que eres solo una caca, en verdad eres parte del ciclo de la vida. Tu trabajo ayuda a las plantas a crecer y a que el planeta esté en equilibrio."-

La caca no podía creerlo. "Pero, ¿cómo puedo ser parte de algo tan importante si estaba tan triste?"-

"Las tristezas y alegrías son partes de la vida. A veces, la manera en que vemos las cosas puede cambiar lo que sentimos sobre nosotros mismos. Lo único que necesitas es un poco de perspectiva,"- le explicó un planeta pequeño, animado, que se hacía llamar Pequeñín.

Inspirada por las palabras de sus nuevos amigos, la caca miró a su alrededor. Comenzó a notar todos los colores y las luces que iluminaban el espacio. "¡Es cierto! Hay tanto que aprender y explorar!"- exclamó.

De pronto, una nube de polvo estelar se acercó. "¡Cuidado!"- gritó Luminosa. "¡Es la nube traviesa! Ella puede llevarte de regreso a tu inodoro antes de que te des cuenta!"-

"Oh no!"- pensó la caca. "No quiero volver aún. Tengo tanto más por ver."- Pero en un giro inesperado, la nube llegó hasta ella y comenzó a jalarla. "¡Ayuda!"- gritó la caca.

Luminosa y Pequeñín unieron sus fuerzas y, usando su luz brillante, crearon un escudo que protegió a la caca del polvo travieso.

"¡Juntos somos más fuertes!"- dijeron al unísono, y gracias a su trabajo en equipo, lograron alejarlas. La caca estaba tan agradecida. "Gracias, amigos. ¡Nunca me había sentido tan valiosa!"-

Finalmente, la caca aceptó que era hora de regresar a la Tierra, pero esta vez no se sentía triste. "¡Hasta la próxima, amigos!"- se despidió mientras comenzaba a descender.

Cuando volvió a su inodoro, ya no se sentía sola ni triste. Sabía que su vida tenía un propósito más allá de lo que veía. "Voy a hacer que cada día cuente,"- pensó mientras miraba al cielo desde la ventana del baño, deseando volver a conocer más de la magia del universo.

Y así, la caca aprendió que ser parte de la vida es maravilloso, y que cada ser, por pequeño que sea, tiene un valor inestimable en el gran ciclo de la naturaleza.

A partir de ese día, la caca siempre recordaría su aventura espacial y el significado especial que tenía su existencia. Nunca más se sintió triste, y a veces, cerraba los ojos y viajaba en sus sueños hacia el espacio, recordando a sus amigos brillantes y todo lo que había aprendido.

FIN.

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