La Aventura Mágica en la Tienda de Minnie Mouse

Era un día soleado en el que Berta y sus amigas, Lila y Tobi, decidieron visitar la famosa tienda de Minnie Mouse, un lugar lleno de color y alegría. Desde que entraron, sus ojos brillaban como estrellas. Ropa, juguetes y accesorios de Minnie decoraban cada rincón.

"¡Miren esto!" –exclamó Lila, sosteniendo una diadema de lunares – "¡Es la misma que usa Minnie!"

"Tenés que probártela" –dijo Tobi con una sonrisa.

Lila se la puso y empezó a girar. "¡Soy Minnie! Miren, miren!" - se reía mientras hacía piruetas. Las amigas aplaudieron y rieron con ella.

Mientras recorrían la tienda, una luz brillante atrajo su atención hacia el fondo, donde una pequeña puerta estaba entreabierta.

"¿Vieron eso?" –preguntó Berta, intrigada. "¿Entramos a ver qué hay?"

Las tres se miraron emocionadas y decidieron entrar. Al cruzar la puerta, se encontraron en un mundo mágico. Era un lugar lleno de criaturas fantásticas, dulces gigantes y globos de colores volando por todo el cielo.

"¡Estamos en el Mundo de Minnie!" –gritó Tobi.

Apenas se acomodaron, se acercó una simpática ardillita llamada Fifi.

"Hola, chicas. Bienvenidas!" –saludó Fifi. "¿Quieren ayudarme a organizar la Fiesta de Minnie?"

Las amigas, emocionadas, se pusieron de acuerdo.

"¡Sí! ¡Queremos ayudar!" –dijeron todas al unísono.

Fifi les explicó que necesitaban recolectar globos y dulces para la fiesta.

"¡Yo me encargo de los globos!" –dijo Lila, mientras corría hacia un árbol lleno de globos de colores.

"¡Yo recojo los dulces!" –gritó Tobi, apuntando a un río de chocolate que pasaba por allí.

Berta, viendo que sus amigas hacían lo suyo, decidió ayudar a Fifi a decorar el lugar con flores.

"Esto es más divertido de lo que pensé" –dijo Berta mientras colocaba flores en una mesa.

Después de un rato de trabajo en equipo, Fifi les comentó que solo había un problema.

"Chicas, hay un par de globos que no puedo alcanzar, están muy altos" –dijo Fifi, señalando a las ramas más altas del árbol.

Las amigas se miraron preocupadas.

"¿Cómo vamos a conseguir esos globos?" –preguntó Berta.

"¡Podemos formar una pirámide!" –sugirió Tobi, emocionada mientras saltaba.

"Gran idea!" –respondió Lila.

Rápidamente, se pusieron en movimiento. Lila se subió sobre los hombros de Tobi, mientras Berta se mantenía firme en el suelo. Juntas, lograron alcanzar los globos y no solo eso, ¡también encontraron un par de enviar voladores!"¡Lo logramos!" –gritaron, llenas de alegría.

Con los globos y dulces recolectados, Fifi las guió hacia una gran mesa donde otros animales estaban preparándose para la fiesta. Todo estaba listo para que llegara Minnie.

Entonces, en un instante, todos comenzaron a disfrutar de la fiesta.

"No puedo creer que estemos aquí, ¡es mágico!" –exclamó Berta mientras bailaban al ritmo de la música.

De repente, el cielo se iluminó de colores. Era Minnie Mouse, que sobrevoló el lugar con su vestido brillante.

"¡Sorpresa! ¡Gracias por ayudar a preparar mi fiesta!" –dijo Minnie sonriendo.

Las amigas aplaudieron y gritaron de emoción. Minnie se acercó a ellas y les agradeció.

"Cada una de ustedes ha hecho un gran trabajo en equipo. ¡Eso es lo que lo hace especial! ¿Qué quieren hacer ahora?"

"¿Podemos bailar con vos?" –preguntaron las tres al mismo tiempo.

"¡Por supuesto! Vamos a bailar!" –respondió Minnie.

Así, Berta, Lila y Tobi se unieron a ella en una gran danza. Se olvidaron del mundo exterior y estuvieron inmersas en la magia del momento.

Al terminar la fiesta, las tres amigas fueron despedidas con un regalo especial de Minnie: unas diademas iguales a la suya.

Ya de regreso en la tienda, Berta miró a sus amigas y les dijo: "Hoy aprendí que cuando trabajamos juntas, podemos lograr cosas maravillosas".

"¡Sí! Y también que nunca se sabe cuándo una aventura mágica puede comenzar!" –dijo Lila.

Tobi sonrió y agregó: "Vamos a seguir creando aventuras cada vez que estemos juntas".

Con el corazón lleno de alegría, las tres amigas salieron de la tienda, listas para cualquier nueva aventura que la vida les tenía preparada.