La aventura numérica



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Numerolandia, donde todos los habitantes eran números y vivían felices realizando operaciones matemáticas.

En ese lugar tan especial, vivía el número 190, quien era muy curioso y siempre estaba buscando nuevos desafíos. Un día soleado, mientras paseaba por la plaza del pueblo, el número 190 se encontró con su amigo 100. Ambos se saludaron efusivamente y comenzaron a charlar sobre sus últimas aventuras matemáticas.

"¡Hola, 100! ¿Qué tal estás hoy?"- preguntó emocionado el número 190. "¡Hola, 190! Estoy muy bien. Acabo de resolver un problema matemático interesante. "- respondió orgulloso el número 100.

El número 190 se mostró intrigado y le pidió a su amigo que le contara qué problema había resuelto. "Verás"- comenzó a explicar el número 100-, me pidieron calcular cuánto es la mitad de mil. "El número 190 pensó un momento y rápidamente respondió: "La mitad de mil es quinientos".

Ambos números sonrieron satisfechos por haber resuelto ese problema juntos. Pero justo en ese momento apareció otro amigo llamado 1000. "¡Hola chicos! ¿De qué están hablando?"- preguntó entusiasmado el número 1000. "Estamos resolviendo problemas matemáticos"- contestaron al unísono los números 190 y 100.

El número 1000 se acercó con curiosidad para escuchar lo que estaban diciendo. "¡Muy bien! Yo también tengo uno para ustedes. Me pidieron calcular cuánto es el doble de quinientos. "- dijo el número 1000.

El número 190 pensó un momento y respondió con seguridad: "El doble de quinientos es mil". Los tres números se felicitaron por haber resuelto otro problema matemático juntos. Pero justo en ese instante, apareció su amigo más grande, el número 10000.

"¡Hola amigos! ¿Qué están haciendo?"- preguntó emocionado el número 10000. "Estamos resolviendo problemas matemáticos"- respondieron los números 190, 100 y 1000 al unísono.

El número 10000 sonrió y les propuso un desafío aún mayor: "Me pidieron calcular cuánto es la mitad de diez mil". Los números se miraron entre sí y comenzaron a pensar. Pasaron unos minutos hasta que finalmente el número 190 exclamó: "La mitad de diez mil es cinco mil".

Todos los números celebraron emocionados por haber resuelto ese problema tan difícil. Desde aquel día, los números continuaron resolviendo problemas matemáticos juntos y ayudándose mutuamente. Aprendieron que trabajando en equipo podían enfrentar cualquier desafío numérico que se les presentara.

Y así, en Numerolandia, la amistad entre los números se fortaleció gracias a las operaciones matemáticas. Juntos descubrieron que las matemáticas no solo eran útiles sino también divertidas y emocionantes. Y así fue como vivieron felices para siempre, sumando conocimientos y multiplicando momentos especiales.

FIN.

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