La Aventura Perdida en la Feria del Libro


Había una vez, en la hermosa ciudad de Buenos Aires, dos abuelos llamados Luis y Marta que estaban muy emocionados porque iban a llevar a sus nietas Camila y Sofía a la feria del libro.

Las niñas también estaban ansiosas por este paseo tan especial. Luis y Marta llegaron temprano al predio de la feria, donde se encontraba un sinfín de stands con libros de todos los colores y temas.

Las niñas no sabían por dónde empezar, ya que había tantas opciones interesantes para elegir. "¡Miren abuelitos! ¡Hay libros sobre animales!"- exclamó Camila señalando un stand lleno de libros ilustrados. "Y también hay libros de aventuras"- agregó Sofía emocionada mientras apuntaba hacia otro rincón.

Los abuelos sonrieron ante el entusiasmo de las niñas y decidieron dividirse para poder recorrer más stands. Luis acompañaría a Camila mientras Marta estaría con Sofía.

Pero antes de separarse, acordaron reunirse en un punto central dentro de dos horas para almorzar juntos. Camila estaba fascinada con los cuentos sobre animales exóticos que su abuelo le leía mientras ella miraba las coloridas ilustraciones.

Por otro lado, Sofía estaba encantada con los relatos fantásticos que su abuela le contaba mientras exploraban el mundo imaginario de los libros. Pasadas las dos horas acordadas, Luis fue al punto central pero no encontró a Marta. Empezó a preocuparse e intentó llamarla por teléfono pero no tenía señal.

Mientras tanto, las niñas también se dieron cuenta de que sus abuelos no estaban en el lugar acordado. "¿Y si nos perdimos?"- dijo Camila con voz temblorosa. Sofía intentó tranquilizar a su hermana y le propuso buscar a los abuelos por toda la feria.

Juntas, recorrieron cada stand, preguntaron a los vendedores y miraron entre la multitud, pero no encontraron rastro alguno de Luis ni Marta. Desesperadas, las niñas decidieron ir al escenario principal y pedir ayuda al presentador.

Explicaron lo que había sucedido y el presentador les dio un micrófono para que llamaran a sus abuelos en medio del evento. "¡Abu Luis! ¡Abu Marta! ¿Dónde están? ¡Estamos perdidas!"- gritaron las niñas con lágrimas en los ojos.

De repente, desde el fondo del auditorio, alguien levantó la mano. Era una mujer mayor acompañada de un hombre sonriente. Eran Luis y Marta, quienes habían estado buscando desesperadamente a sus nietas por toda la feria sin éxito.

Las niñas corrieron hacia ellos y se abrazaron fuertemente. Todos estaban llenos de alivio por haberse encontrado finalmente. "Perdón por preocuparlos tanto"- dijo Marta mientras secaba las lágrimas de Sofía. "Nosotros también nos asustamos cuando no pudimos encontrarnos".

Luis explicó que debido a un malentendido se habían separado en direcciones opuestas dentro de la feria y que tampoco tenían señal para comunicarse por teléfono. Aunque todos estaban agotados, decidieron aprovechar el tiempo que les quedaba en la feria para disfrutar juntos.

Camila y Sofía mostraron a sus abuelos los libros que habían elegido y todos se sentaron bajo un árbol para leer en voz alta.

Ese día, los abuelos y las nietas aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de mantenerse juntos y comunicarse cuando están en lugares concurridos. Además, comprendieron que incluso en situaciones difíciles, siempre pueden encontrar una solución si mantienen la calma y buscan ayuda.

Así terminó su aventura en la feria del libro, llena de emoción y enseñanzas. Los abuelos prometieron nunca más separarse sin tener un punto de encuentro acordado, mientras que las niñas valoraron aún más el amor incondicional de su familia.

Y así fue como Luis, Marta, Camila y Sofía regresaron a casa con hermosos recuerdos de ese día tan especial en la feria del libro de Buenos Aires.

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