La Aventura Salvaje


Un día soleado, un lobito y Seba decidieron aventurarse en el bosque para explorar. Caminaron durante horas, maravillados por la belleza del lugar. Pero de repente, escucharon un ruido extraño detrás de unos arbustos.

- ¿Qué fue eso? -preguntó Seba con miedo. - No lo sé -respondió el lobito-. Pero vamos a investigar. Con mucho cuidado, se acercaron al lugar donde habían escuchado el ruido.

De repente, salió de entre los arbustos un monstruo enorme y animal. - ¡Aaaah! -gritaron ambos al mismo tiempo. El monstruo rugió y comenzó a perseguirlos. El lobito y Seba corrieron tan rápido como pudieron, pero el monstruo era muy rápido. Entonces, llegaron a una bifurcación en el camino.

- ¡Vamos por aquí! -dijo Seba señalando hacia la derecha. Pero el lobito decidió ir por la izquierda. Corrieron cada uno por su lado hasta que finalmente perdieron al monstruo de vista.

Cuando se detuvieron para descansar, se dieron cuenta que estaban perdidos en medio del bosque sin saber cómo volver a casa. - ¿Y ahora qué hacemos? -preguntó Seba preocupado-. Estamos perdidos en medio del bosque sin comida ni agua.

Pero el lobito no perdió la esperanza. Recordaba haber visto una cascada cerca cuando estaban explorando antes del encuentro con el monstruo así que decidió buscarla para poder encontrar su camino de regreso a casa junto con Seba..Después

de caminar un largo rato, finalmente encontraron la cascada. El lobito recordó que su mamá le había enseñado a buscar agua fresca y limpia para beber, así que llenaron sus botellas con el agua de la cascada. - Ahora tenemos agua -dijo el lobito-.

Pero necesitamos encontrar comida. Seba se acercó a un árbol cercano y comenzó a golpearlo con una piedra. Después de varios intentos, logró sacar algunas nueces que estaban escondidas dentro del tronco.

- ¡Mira! -dijo Seba feliz mostrando las nueces al lobito-. Tenemos comida. Mientras comían las nueces, el lobito pensaba en cómo podrían regresar a casa.

Entonces recordó algo importante: cuando estaba explorando antes del encuentro con el monstruo, había marcado los árboles con pequeñas marcas para saber por dónde habían pasado. - ¡Tengo una idea! -exclamó el lobito-. Si seguimos mis marcas en los árboles, podremos encontrar nuestro camino de regreso a casa.

Después de seguir las marcas por un tiempo, finalmente llegaron a su hogar en el bosque. La mamá del lobito estaba muy preocupada por ellos y les dio un gran abrazo al verlos sanos y salvos.

El lobito y Seba aprendieron una valiosa lección ese día: nunca deben rendirse ante situaciones difíciles y siempre deben mantener la esperanza viva. Además aprendieron sobre sobrevivencia en la naturaleza gracias al conocimiento que tenian sobre ella.

Desde ese día siguieron explorando juntos pero esta vez más preparados e informados sobre como enfrentarse a situaciones en el bosque.

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