La aventura segura de Martín en la fábrica


Martín era un niño muy curioso y siempre estaba lleno de energía. Su mamá, que trabajaba en una fábrica de juguetes, lo llevó un día a su trabajo para que conociera su lugar de trabajo. Martín estaba emocionado por ver cómo se hacían los juguetes. Al llegar a la fábrica, su mamá le dio un chaleco de seguridad y le explicó la importancia de seguir las reglas de seguridad en el trabajo. Martín asintió emocionado y se puso su chaleco.

Mientras recorría la fábrica, Martín vio a los trabajadores usando cascos, gafas de protección y guantes. También notó que todos estaban atentos a las señales de seguridad y respetaban las zonas de peligro. Martín estaba maravillado con todo lo que veía.

De repente, Martín vio a un trabajador que estaba subiendo una escalera alta para alcanzar un juguete en una repisa. Sin dudarlo, Martín corrió hacia el trabajador para advertirle del peligro. -¡Señor, espere! ¡Esa escalera parece inestable! -exclamó Martín preocupado. El trabajador se detuvo y agradeció a Martín por su advertencia. Juntos revisaron la escalera y descubrieron que Martín tenía razón, estaba dañada. El trabajador llamó al supervisor y juntos reemplazaron la escalera antes de que alguien resultara herido.

Esa tarde, Martín recibió el reconocimiento de sus compañeros de trabajo y un premio especial por su valentía y conciencia de seguridad. A partir de ese día, Martín se convirtió en un defensor de la seguridad en la fábrica de juguetes, recordándole a todos la importancia de estar alerta y seguir las reglas.

Desde entonces, la fábrica se convirtió en un lugar más seguro, donde todos trabajaban juntos para prevenir accidentes. A Martín le encantaba saber que su pequeña gran acción había hecho una gran diferencia. ¡Y así, juntos, crearon un ambiente laboral más seguro y feliz para todos!

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