La aventura verde en Brasil


Julian, Marcela, Juliana y Agustin estaban muy emocionados porque por fin iban a hacer un viaje juntos. Habían decidido ir a Brasil para conocer sus playas paradisíacas y su cultura única.

Una vez que llegaron al aeropuerto de Rio de Janeiro, se dirigieron directamente a la playa para disfrutar del sol y el mar. Al llegar allí, encontraron un pequeño puesto de comida donde vendían empanadas brasileñas. - ¡Miren esas empanadas! - dijo Julian entusiasmado.

- Sí, pero no podemos comprarlas todas - respondió Marcela con una sonrisa. - Yo tengo una idea - dijo Juliana-. Podemos probar una diferente cada día y así sabremos cuál es nuestra favorita.

Todos aceptaron la idea y compraron una empanada diferente cada día. Descubrieron que las empanadas brasileñas eran deliciosas y llenas de sabor. Un día, mientras caminaban por la playa, vieron a unos niños jugando fútbol en la arena.

Agustin se acercó para jugar con ellos mientras los demás lo observaban desde lejos. - ¡Agustin está jugando tan bien! - exclamó Julian. - Sí, se nota que le encanta el fútbol - dijo Marcela con una sonrisa.

- Tal vez podríamos organizar un partido entre nosotros mañana - sugirió Juliana. Los cuatro amigos pasaron el resto del día planeando el partido de fútbol. Decidieron dividirse en dos equipos: Julian y Agustin contra Marcela y Juliana.

El partido fue muy reñido pero finalmente ganó el equipo de Julian y Agustin gracias al gol decisivo de Agustin. Después del partido, decidieron explorar la ciudad de Rio de Janeiro. Visitaron el Cristo Redentor y se tomaron muchas fotos para recordar ese momento especial.

- ¿No les parece increíble que estemos aquí juntos? - dijo Marcela emocionada. - Sí, es como un sueño hecho realidad - respondió Julian con una sonrisa.

El último día en Brasil, los cuatro amigos fueron a nadar en las aguas cristalinas de la playa. Mientras nadaban, notaron que había mucha basura flotando en el agua y en la arena. - Esto no está bien - dijo Juliana-. Debemos hacer algo para ayudar a mantener limpia esta hermosa playa.

- Tienes razón - dijo Agustin-. Podríamos organizar una campaña de limpieza por toda la playa y así ayudaremos al medio ambiente. Así fue como los cuatro amigos organizaron una campaña de limpieza por toda la playa.

Juntaron mucha basura y dejaron la playa más limpia que nunca antes. Al final del día, se sentían muy orgullosos de haber hecho su parte para cuidar el planeta.

De vuelta en casa, los cuatro amigos se dieron cuenta de lo mucho que habían aprendido durante su viaje a Brasil: probar cosas nuevas, jugar deportes juntos, explorar lugares nuevos y cuidar del medio ambiente. Y prometieron seguir viajando juntos cada vez que pudieran.

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