La ayuda de los niños argentinos
Había una vez en el Polo Norte, un simpático y generoso personaje llamado Papá Noel. Todos los años, él se encargaba de repartir regalos a todos los niños del mundo en la noche de Navidad.
Pero este año, algo inesperado sucedió. Mientras Papá Noel preparaba su trineo para partir, notó que uno de sus renos estaba enfermo y no podría volar esa noche.
¡Qué problema! Papá Noel se puso muy triste al pensar que algunos niños no recibirían sus regalos. Pero entonces, recordó que había escuchado sobre un grupo de niños valientes y solidarios que vivían en Argentina. Decidió visitar a estos niños especiales y pedirles ayuda para repartir los regalos.
Así que montó en su trineo con los renos restantes y volaron hacia Argentina. Cuando llegó al pueblo donde vivían los niños, Papá Noel dejó caer una carta mágica por la chimenea de cada casa.
En las cartas explicaba la situación y pedía a los niños su colaboración. Al día siguiente, todos los niños del pueblo se reunieron emocionados en la plaza central para encontrarse con Papá Noel. Ellos estaban dispuestos a ayudarle en esta misión tan importante.
"¡Buen día! ¿Cómo están?"- saludó cariñosamente Papá Noel mientras descendía del trineo. Los niños respondieron entusiasmados:"¡Hola Papá Noel! Estamos felices de poder ayudarte". Juntos formaron un gran equipo: algunos llenaban las bolsas con juguetes mientras otros escribían notas personalizadas para cada niño.
También decoraron el trineo con luces y adornos brillantes. Cuando todo estuvo listo, los niños se subieron al trineo junto a Papá Noel y partieron en su misión especial de repartir regalos.
Volaron por los cielos argentinos, visitando cada hogar y dejando sonrisas en el camino. Fue una noche mágica llena de alegría y emoción. Los niños se sentían orgullosos de poder ayudar a Papá Noel y hacer felices a otros niños.
Al finalizar la noche, el trineo regresó al Polo Norte. Allí, Papá Noel les agradeció a los niños por su valiosa ayuda:"¡Muchas gracias por haberme ayudado! Gracias a ustedes, ningún niño se quedó sin su regalo esta Navidad".
Los niños sonrieron con alegría mientras despedían a Papá Noel:"¡Gracias Papá Noel! Fue un honor ayudarte". Desde aquel día, la historia de estos niños solidarios se convirtió en un ejemplo para todos los demás.
Cada año, más niños alrededor del mundo decidieron unirse a la misión de Papá Noel para llevar amor y alegría en Navidad. Y así fue como una simple adversidad se transformó en una oportunidad para aprender sobre la importancia de la colaboración y el espíritu navideño.
Porque cuando nos unimos para ayudar a los demás, ¡podemos hacer cosas maravillosas! Fin
FIN.