La ayuda de mis pequeños


Había una vez una familia muy unida formada por Papá Juan, Mamá Sofi y sus hijos, Lucia y Tomás. Vivían en una hermosa casa rodeada de jardines y árboles frutales.

Mamá Sofi trabajaba mucho como enfermera en el hospital local para poder mantener a su familia. A menudo se quedaba hasta tarde en el trabajo y llegaba a casa agotada.

Al principio, los niños no entendían por qué su madre tenía que trabajar tanto, pero Papá Juan les explicó que era necesario para tener una vida cómoda. Un día, mientras jugaban al fútbol en el jardín trasero, Lucia le preguntó a Papá Juan: "¿Por qué mamá tiene que trabajar tanto? ¿No podemos hacer algo para ayudarla?".

Papá Juan pensó durante un momento antes de responder: "Bueno, creo que si todos hacemos algunas pequeñas tareas alrededor de la casa, podemos aliviar la carga de mamá".

Los niños estuvieron muy emocionados con la idea y comenzaron a ayudar con las tareas del hogar. Tomás lavaba los platos después de cada comida mientras Lucia limpiaba la mesa. También ayudaban a reagarrar hojas del jardín y regar las plantas.

Mamá Sofi estaba sorprendida por todo lo que sus hijos habían hecho cuando llegó a casa esa tarde. "¡Wow! ¡Qué limpio está todo!", exclamó ella mientras abrazaba a sus hijos. A medida que pasaban los días, los niños seguían haciendo más cosas para ayudar a su madre.

Incluso prepararon la cena algunas noches cuando Mamá Sofi estaba demasiado cansada para cocinar. Un día, Mamá Sofi llegó a casa temprano del trabajo y encontró a sus hijos haciendo la tarea.

"¡Qué buenos estudiantes son ustedes!", dijo ella con una gran sonrisa en su rostro. Los niños se dieron cuenta de que su madre estaba más feliz ahora que tenían tiempo para pasar juntos como familia.

Se sintieron orgullosos de sí mismos por ayudar a aliviar el estrés de Mamá Sofi. Después de un tiempo, Papá Juan tuvo una idea. "¿Qué tal si hacemos algo especial para mamá este fin de semana?", preguntó él emocionado.

Lucia y Tomás estuvieron encantados con la idea y comenzaron a planear lo que podrían hacer para sorprender a su madre. Decidieron preparar un desayuno especial en la cama para ella y escribirle tarjetas de amor y agradecimiento.

Cuando llegó el fin de semana, los niños despertaron temprano para preparar todo. Cuando Mamá Sofi abrió los ojos, vio una bandeja llena de frutas frescas, pan tostado y jugo recién exprimido en su cama junto con las tarjetas hechas por sus hijos.

Mamá Sofi no podía contener las lágrimas mientras leía las dulces palabras escritas por Lucia y Tomás. Se dio cuenta entonces que aunque trabajaba mucho, tenía dos hijos maravillosos que la amaban incondicionalmente.

A partir de ese día, Mamá Sofi intentaba llegar antes del trabajo para pasar más tiempo con su familia. Los niños aprendieron el valor del trabajo duro pero también la importancia del amor familiar y el apoyo mutuo.

Y así, la familia de Mamá Sofi se convirtió en un equipo para hacer frente a cualquier desafío que pudiera presentarse.

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