La Balanza Mágica de Luna
Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Armonía, una niña llamada Luna. Ella era conocida por su alegría y su curiosidad. Un día, mientras exploraba el desván de su abuela, encontró una antigua balanza cubierta de polvo.
Luna se acercó, y al tocarla, la balanza brilló con una luz dorada. "¡Wow! ¿Qué es esto?"- exclamó. De repente, una voz suave salió de la balanza: "Soy la Balanza Mágica del Equilibrio. Puedo mostrarte el valor de la igualdad y la desigualdad. ¿Estás lista para aprender?"-
Intrigada, Luna asintió con la cabeza. "Sí, quiero ver cómo funciona"-.
La balanza se movió y mostró el número 10 en cada lado. "Esto es equilibrio. Si tienes 10 manzanas en este lado y 10 en el otro, ambos lados están iguales. Es como tener amigos compartiendo dulces. Si tú y tu amiga Sofía tienen la misma cantidad, ¡están en equilibrio!"- explicó la balanza.
Luna sonrió. "¡Eso es genial! Pero, ¿qué pasa si uno de los lados tiene más?"-
La balanza inclinó su parte derecha, mostrando 15 manzanas de un lado y 10 del otro. "Mira, este lado tiene 5 manzanas más. Esto se llama desigualdad. Cuando uno tiene más que el otro, eso causa un desequilibrio. ¡Es importante que todos tengamos lo que necesitamos!"-
Luna pensó en sus amigos y cómo a veces había juguetes que no compartían. "Entonces, debemos ser justos y compartir mejor. Pero, ¿cómo hacemos eso?"-
La balanza respondió. "Vamos a hacer un experimento. Junta a tus amigos y dales a cada uno 2 caramelos. Luego, triangular así podrás ver quién tiene más o menos"-.
Luna salió corriendo a llamar a sus amigos. Cuando todos llegaron, ella les repartió 2 caramelos a cada uno. "¡Miren! ¡Todos tenemos el mismo número!"-.
Eclecticamente, Juan levantó la mano. "Pero yo traje 5 caramelos más, ¿puedo compartirlos?"-
La balanza brilló. "Eso es compartir. Haz que los demás puedan disfrutar también. Y si Juan decide dar 2 a Carla y 3 a Martín, aún tendrán equilibrio entre todos"-
Con los caramelos repartidos, todos estaban felices. Pero de pronto, Carla se dio cuenta de que le faltaba un caramelo. "No puede ser! Yo tenía 3 y ahora tengo 2. No es justo"-
Un silencio se apoderó del grupo. La balanza se movía lentamente. "A veces, las cosas son diferentes. No siempre podemos igualar a todos, pero podemos ser justos. Hablando y escuchando, encontramos el equilibrio"-.
Luego, tuvieron una idea. "Vamos a poner todos los caramelos en un plato y compartirlos"- propuso Luna. Así, después de juntar 12 en total, cada uno pudo tener 2 caramelos y quedaron 4 para picar entre ellos.
La tarde pasó rápido y se llenó de risas mientras disfrutaban juntos. La balanza brilló nuevamente. Ahora mostraba el equilibrio 20=20 porque todos compartieron también sus sonrisas.
Antes de despedirse, Luna miró a la balanza y dijo. "Gracias, Balanza Mágica. He aprendido que la igualdad viene del corazón y de nuestras acciones. Pronto lo pondré en práctica con otros"-
"Recuerda, Luna. La verdadera magia del equilibrio está en saber dar y recibir. Siempre busquen el mejor camino juntos"- dijo la balanza mientras dejaba de brillar y regresaba a su aspecto antiguo.
Desde entonces, Luna siempre se aseguró de que no solo ella, sino también sus amigos, estuviesen en equilibrio. Y así, Armonía se llenó de amor y comprensión por muchos años.
FIN.