La ballena arcoíris


Había una vez una niña llamada Josefina, que era muy feliz jugando con sus amigas en el parque. Les encantaba correr, saltar y reír juntas. Pero lo que más le gustaba a Josefina era pintar arcoiris.

Un día, mientras pintaba un hermoso arcoiris en su cuaderno de dibujo, se dio cuenta de que nunca había visto uno en la vida real. Entonces decidió preguntarle a su mamá cómo podía hacer para ver uno.

"Mamá, ¿cómo puedo ver un arcoiris de verdad?"- preguntó Josefina curiosa. "Bueno hija -respondió su mamá- los arcoiris aparecen después de la lluvia cuando hay sol al mismo tiempo.

Si quieres ver uno tienes que estar atenta al clima y salir afuera cuando haya llovido". Josefina estaba emocionada por la idea de ver un arcoíris y empezó a revisar el pronóstico del tiempo todos los días. Finalmente llegó el día perfecto: había llovido y el sol brillaba fuerte.

Ella salió corriendo hacia la playa con sus amigas para buscar el famoso arco iris pero no lo encontraron. Decepcionadas decidieron jugar en la arena hasta que algo inesperado ocurrió.

De repente sintieron vibraciones bajo sus pies como si algo grande estuviera acercándose. Miraron hacia el mar y vieron una enorme ballena emergiendo del agua con todo su cuerpo cubierto de colores brillantes e intensos reflejos del sol creando así un espectacular efecto visual parecido al de un arco iris.

Las niñas quedaron asombradas y felices de ver algo tan maravilloso. Josefina se dio cuenta que a veces las cosas más increíbles pueden suceder en lugares y momentos inesperados.

"¡Miren! ¡Es como un arcoiris viviente!"- exclamó Josefina con una gran sonrisa en su rostro. Desde ese día, Josefina aprendió que la vida es llena de sorpresas y que siempre hay algo nuevo por descubrir si uno está atento a lo que sucede a su alrededor.

Y aunque nunca llegó a ver un arco iris —"real" , ella sabía que había encontrado algo mucho más especial: la belleza de la naturaleza en todo su esplendor.

Y así, Josefina continuó jugando con sus amigas, pintando arcoiris imaginarios en sus cuadernos y disfrutando de cada momento con alegría y entusiasmo.

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