La Ballena Curiosa


Había una vez una ballena llamada Wilma, quien vivía felizmente en el océano junto a su familia y amigos. Aunque disfrutaba nadar en las profundidades del mar, siempre había sentido curiosidad por explorar otros lugares.

Un día, mientras nadaba cerca de la costa, vio un río que desembocaba en el mar. Wilma se acercó al río y quedó maravillada por las aguas cristalinas que fluían rápidamente.

Su corazón se llenó de emoción y decidió que quería nadar allí también. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que había un problema: ¡el río era demasiado estrecho para ella! Desanimada pero decidida, Wilma buscó ayuda entre sus amigos del océano.

Fue entonces cuando conoció a Lucas, un delfín muy inteligente y amable. "Hola Wilma", dijo Lucas con una sonrisa. "¿Qué te trae aquí?"Wilma le explicó su deseo de nadar en el río pero cómo no podía hacerlo porque era demasiado ancha.

Lucas pensó durante unos segundos y luego tuvo una idea brillante. "¡Tengo una idea!", exclamó emocionado. "Conozco a alguien que puede ayudarnos".

Juntos fueron a buscar al señor Cangrejo Sabio, un anciano sabio conocido por su conocimiento sobre los mares y sus habitantes. "Señor Cangrejo Sabio", dijo Lucas respetuosamente. "Nuestra amiga Wilma quiere nadar en el río, pero es demasiado grande para pasar". El señor Cangrejo escuchó atentamente y luego sonrió. "Tengo una solución para ti, Wilma.

Ven conmigo". Wilma siguió al señor Cangrejo hasta una cueva cercana. Allí encontraron un antiguo mapa del océano que mostraba un camino secreto hacia el río. "Si sigues este camino, llegarás al río sin ningún problema", explicó el señor Cangrejo.

"El camino te llevará a través de un estrecho canal submarino". Wilma estaba emocionada y agradecida por la ayuda del señor Cangrejo Sabio. Siguiendo las indicaciones del mapa, se adentró en el estrecho canal submarino.

A medida que avanzaba, Wilma tuvo que ser muy cuidadosa para no chocar con las rocas y los corales. Afortunadamente, su tamaño ya no era un obstáculo. Después de un largo viaje lleno de aventuras y desafíos, finalmente emergió en el río.

Wilma estaba asombrada por la belleza del lugar: árboles verdes junto a la orilla, flores coloridas flotando en el agua y pájaros cantando melodías alegres. Wilma disfrutó nadando en el río durante todo el día.

Se sentía tan feliz y realizada por haber cumplido su sueño de explorar nuevos lugares. Cuando llegó la noche, Wilma decidió regresar al océano para reunirse con sus amigos y contarles sobre su increíble aventura en el río.

De regreso en el mar, todos sus amigos esperaban ansiosos para escuchar su historia. Wilma les relató cada detalle emocionante de su travesía, desde el estrecho canal submarino hasta la belleza del río. Sus amigos quedaron sorprendidos y admirados por su valentía y determinación.

A partir de ese día, todos comenzaron a explorar nuevos lugares y descubrir cosas nuevas en el océano.

Wilma se dio cuenta de que no importa cuán grandes o pequeños seamos, siempre podemos encontrar una manera de perseguir nuestros sueños. Y así, la historia de Wilma inspiró a muchos otros animales marinos a seguir sus propios deseos y aventurarse más allá del horizonte azul del océano.

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