La ballena egipcia y el niño perdido en el planeta desconocido
Había una vez un niño llamado Tomás que se encontraba corriendo perdido por un planeta desconocido. Él estaba muy asustado y no sabía cómo volver a su casa.
De repente, vio algo sorprendente: ¡una ballena egipcia flotando en el aire! Tomás no podía creer lo que veían sus ojos, pero la ballena le habló con voz amable: "¿Estás perdido, pequeño? ¿Puedo ayudarte?" Tomás asintió con la cabeza y se acercó a la ballena.
La ballena le preguntó de dónde venía y Tomás le contó todo sobre su hogar en la Tierra y cómo había llegado allí por accidente.
La ballena pensó durante unos momentos y luego dijo: "Bueno, puedo llevarte de vuelta a casa si me ayudas primero".
Tomás estaba emocionado ante la idea de volver a casa, así que preguntó: "¿Cómo puedo ayudarte?" La ballena explicó que había estado tratando de encontrar una manera de regresar al antiguo Egipto desde hace mucho tiempo para reunirse con su familia allí. Pero necesitaba ayuda para descubrir cómo hacerlo. Tomás estaba dispuesto a ayudarla y juntos comenzaron su aventura por el planeta desconocido en busca de pistas sobre cómo llegar al antiguo Egipto.
Mientras exploraban el planeta, se encontraron con muchos desafíos como cataratas gigantes, montañas escarpadas e incluso una tribu hostil de extraterrestres animals. Pero gracias al ingenio del niño y la fuerza sobrenatural de la ballena, lograron superar todos los obstáculos.
Finalmente, descubrieron un antiguo portal que llevaba directamente a Egipto. Tomás y la ballena entraron en el portal juntos y fueron recibidos por la familia de la ballena con gran alegría.
La ballena estaba muy agradecida con Tomás por ayudarla a regresar a casa, así que decidió llevarlo de regreso a su hogar en la Tierra.
Juntos volvieron al planeta desconocido donde se habían conocido y desde allí, la ballena elevó al niño hasta el espacio exterior y lo dejó caer suavemente en su hogar. Tomás nunca olvidaría su aventura con la ballena egipcia y siempre recordaría que no importa cuán perdido te sientas, siempre hay alguien dispuesto a ayudarte si estás dispuesto a ayudar también.
FIN.